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El Presidente de China, Xi Jinping, ha arremetido contra la OTAN por su “flagrante” bombardeo de la embajada china en Belgrado en 1999, mientras intenta afianzar lazos con Serbia antes de su visita al país balcánico el martes.
Xi, quien se encuentra viajando por Europa por primera vez en cinco años, se dirigirá a Serbia el martes por la tarde desde los Pirineos franceses, donde el presidente francés Emmanuel Macron lo está hospedando en el último día de una visita de Estado de tres días a Francia.
En una carta firmada publicada en el medio serbio Politika, Xi evocó el 25 aniversario del bombardeo de la embajada china en la antigua Yugoslavia durante la guerra de Kosovo para instar a la unidad entre Beijing y Belgrado.
“Hace veinticinco años hoy, la OTAN bombardeó flagrantemente la embajada china en Yugoslavia, matando a tres periodistas chinos… Esto nunca debemos olvidarlo”, dijo Xi, según una versión en inglés del artículo. “La amistad China-Serbia, forjada con la sangre de nuestros compatriotas, permanecerá en la memoria compartida de los pueblos chino y serbio.”
El barrio de Belgrado que albergaba la antigua embajada estaba decorado el martes con banderas chinas y serbias. En una pequeña manifestación esta semana, dos partidos comunistas serbios colgaron pancartas para dar la bienvenida al presidente chino, incluyendo una que recordaba las similitudes entre Serbia y China: “Kosovo es Serbia – Taiwán es China”. Belgrado afirma que su antigua provincia se separó ilegalmente en 2008 y Beijing reclama Taiwán como parte de su territorio y se esfuerza por llevarlo bajo su control.
El viaje europeo de Xi, que también incluirá Hungría, es visto por analistas como un intento de aprovechar las diferencias en el continente en cuanto a las actitudes hacia Rusia y Estados Unidos y potencialmente socavar la unidad de la OTAN y la UE frente a China.
Académicos chinos han elogiado la defensa de Macron de una postura europea más independiente en el escenario global, mientras que Serbia y Hungría son considerados más pro-Rusia a pesar de la guerra en Ucrania.
Durante la visita de Xi, empresas francesas y chinas firmaron varios acuerdos de cooperación, incluidos contratos de construcción de metro para Alstom de Francia y un memorando de entendimiento con Airbus sobre una mayor cooperación en aviación, pero no se anunciaron grandes pedidos.
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El presidente serbio Aleksandar Vučić, quien recibirá a Xi, fue ministro de propaganda del ex líder Slobodan Milošević durante el bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN, un evento que solidificó la postura antiestadounidense de Serbia.
El bombardeo de la OTAN sigue siendo “una fuente de resentimiento persistente en Serbia hacia la OTAN y Estados Unidos en particular”, dijo Milos Damnjanovic, analista de BIRN, un grupo de reflexión de Belgrado. “[Esto] crea un sentido de solidaridad entre China y Serbia.”
La OTAN ha dicho que el bombardeo de la embajada china fue un accidente que ocurrió durante una guerra para proteger a los kosovares de la agresión serbia.
Como un posible incentivo para Serbia, la administración de aduanas de China anunció el martes que levantaría una alerta por gripe aviar sobre productos avícolas serbios.
China es el mayor inversor extranjero en Serbia y representa el 8,5 por ciento de los préstamos extranjeros de Belgrado, dijo Branimir Jovanovic, investigador del Instituto de Estudios Económicos Internacionales de Viena. “De cierta forma, esto es un fracaso de la UE y Occidente en general, que China tenga tal prominencia”, dijo Jovanovic. “Occidente deja espacio que China está más que dispuesta a ocupar.”
Los medios chinos han llevado varios días de cobertura total sobre el viaje de Xi a Europa. El Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista, lo cita diciendo a Macron y a la Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen en el Palacio del Elíseo el lunes que “no existe tal cosa como un problema de exceso de capacidad en China” en respuesta a la preocupación occidental sobre la posible dumping de bienes chinos subvencionados.
En una entrevista por separado, el embajador de Beijing en Hungría elogió el papel clave del país en el esquema de infraestructura chino, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, en Europa, actuando como un hub de distribución ferroviaria para carga desde China.
También promocionó un ferrocarril de alta velocidad entre Belgrado y Budapest construido con empresas chinas.
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