Una comunidad playera de Massachusetts está en crisis después de que una tormenta de fin de semana se llevó $600,000 en arena que se había transportado para proteger casas, carreteras y otras infraestructuras.
El proyecto, que trajo 14,000 toneladas (12,701 toneladas métricas) de arena a Salisbury durante varias semanas, se completó solo tres días antes de que la tormenta del domingo golpeara el sur de Nueva Inglaterra con fuertes vientos, lluvias intensas e inundaciones costeras.
El grupo Salisbury Beach Citizens for Change, que facilitó el proyecto y ayudó a recaudar fondos, publicó en redes sociales sobre la finalización del proyecto la semana pasada y luego nuevamente después de la tormenta. Argumentaron que el proyecto aún valió la pena, señalando que “las dunas sacrificiales cumplieron su función” y protegieron algunas propiedades de ser “comidas” por la tormenta.
Tom Saab, presidente del grupo y corredor de bienes raíces / desarrollador, dijo que el dinero fue aportado por 150 propietarios que dijeron que el estado se negó a ayudarlos a proteger la costa y construir las dunas.
“El estado no contribuirá con dinero para la reconstrucción de las dunas. Esa es la realidad”, dijo Saab. “Todos están enojados e indignados. No podemos sobrevivir sin arena para reconstruir las dunas y no podemos sobrevivir pagando cada tormenta de nuestro bolsillo”.
La tempestad del fin de semana pasado fue la última de varias tormentas severas recientes en la comunidad y en todo Massachusetts, que también sufrió inundaciones, erosión y daños en la infraestructura en enero.
El reabastecimiento de arena ha sido el método predilecto del gobierno para la protección costera durante décadas. El Congreso ha destinado fondos durante mucho tiempo para tales trabajos, argumentando que protege de manera efectiva vidas, propiedades y sustenta la industria turística.
Pero los críticos dicen que es inherentemente derrochador seguir vertiendo arena en la costa, ya que inevitablemente se lavará.
Se pronostica que el cambio climático traerá más mal tiempo, incluidos huracanes, al noreste a medida que las aguas se calientan, dicen algunos científicos. A nivel mundial, los niveles del mar han aumentado más rápidamente desde 1900, poniendo en riesgo a cientos de millones de personas, dijo la ONU. Y la erosión derivada de las condiciones cambiantes pone en peligro las playas de todo el mundo, según investigadores de la Unión Europea.
Salisbury tampoco es el primer pueblo en ver cómo sus esfuerzos se desvanecen literalmente.
Este año, después de que una tormenta destruyó sus dunas, un pueblo de Nueva Jersey solicitó permiso de emergencia para construir una barrera de acero, algo que ya había hecho en otras dos ubicaciones, a lo largo de la sección más seriamente erosionada de su costa después de gastar millones de dólares transportando arena al sitio durante más de una década. El estado denegó la solicitud y en su lugar multó a North Wildwood por reparaciones no autorizadas en la playa. El Departamento de Protección Ambiental a menudo se ha opuesto a los escolleras, señalando que las estructuras suelen fomentar el arrastre de arena que puede acelerar y empeorar la erosión.
El senador estatal republicano Bruce Tarr, que trabaja para asegurar $1.5 millones en financiamiento estatal para reforzar las dunas de Salisbury, dijo que los esfuerzos protegerán una importante carretera, infraestructura de agua y alcantarillado, así como cientos de hogares, que conforman más del 40% de la base impositiva de Salisbury.
“Estamos administrando un recurso natural que protege muchos intereses”, dijo Tarr, agregando que reabastecer las dunas es una de las pocas opciones disponibles para la ciudad ya que no se permiten estructuras rígidas como muros marinos o rocas en las playas de Massachusetts.
Un portavoz del Departamento de Conservación y Recreación de Massachusetts dijo que para garantizar la seguridad del público, el DCR ha cerrado los puntos de acceso 9 y 10 en Salisbury Beach después de que sufrieron daños por las recientes tormentas de lluvia.
“La Administración de Healey-Driscoll mantiene una comunicación regular con representantes de la ciudad, la delegación legislativa y la comunidad y seguirá trabajando con ellos para abordar los impactos de la erosión en la playa”, dijo la portavoz del DCR, Ilyse Wolberg, en un comunicado.
Saab dijo que tiene sentido económico seguir reconstruyendo las dunas en lugar de permitir que la naturaleza siga su curso y consuma la playa.
“¿Qué, y destruir $2 mil millones de dólares en propiedades?” preguntó. “Salisbury es el hogar de miles de personas que usan esta playa en el verano. … Sería mucho más barato seguir reconstruyendo las dunas después de una serie de tormentas del noreste como las que hemos tenido en el último año que dejar que la playa sea destruida por el océano”.
Sin embargo, otros cuestionaron la lógica de verter más arena en la playa.
El residente Peter Lodi respondió a la publicación de Facebook del grupo de la playa de Salisbury, diciendo que no estaba seguro por qué nadie estaba sorprendido.
“Echen toda la arena que quieran. La madre naturaleza decide cuánto tiempo protegerá sus hogares”, escribió. “Solo empeorará. No estoy seguro cuál es la solución, pero la arena es solo un remedio temporal para una herida que necesita múltiples puntos de sutura”.
El grupo respondió que el estado tiene la responsabilidad de proteger la playa y que los residentes están haciendo un favor a la comunidad al financiar el proyecto.
“Nuestro sentimiento es que si regulas algo, debes ser responsable y mantenerlo”, dijo el grupo. “Los residentes que repararon la duna frente a sus propiedades realmente ayudaron tanto a la ciudad como al estado. Ahora les toca a ellos asumir su responsabilidad”.