La automatización está entregando un “cambio significativo” en términos de seguridad en la industria minera, dice Robin Burgess-Limerick, un profesor en la Universidad de Queensland en Brisbane que estudia los factores humanos en la minería. Pero esto no quiere decir que no hay lugar para mejorar.
El profesor Burgess-Limerick ha analizado incidentes involucrando equipos autónomos reportados a los reguladores.
Según él, las interfaces usadas por el personal tanto en el campo como en los centros de control para obtener información no están diseñadas de manera óptima. Ha habido situaciones donde el personal de campo ha perdido la conciencia de la situación, lo cual una mejor diseño de la pantalla podría haber prevenido. “Los diseñadores de la tecnología deberían poner un poco más de esfuerzo en considerar a las personas”, dice él.
Y también hay un riesgo de que las tareas de los controladores pueden ser abrumadoras – es un trabajo ocupado y de alto riesgo.
La sobreconfianza, donde las personas se vuelven tan seguras de que el equipo autónomo se detendrá que comienzan a ponerse a sí mismas en riesgo, también puede ser un problema, y él anota que el esfuerzo debe ser dirigido a mejorar la capacidad de los camiones mismos para detectar la humedad. Ha habido incidentes donde los caminos mojados les han hecho perder tracción.
Pueden haber preocupaciones legítimas de seguridad con el equipo autónomo, dice Shane Roulstone, coordinador de la Alianza de Trabajadores Mineros del Oeste, que representa a trabajadores relacionados con la minería en la Pilbara.
Señala un incidente grave este mayo donde un tren autónomo chocó contra la parte trasera de un tren averiado que los trabajadores en el extremo delantero estaban reparando (ellos evacuaron antes de que chocara pero quedaron sacudidos).
Pero el Sr. Roulstone también elogia a Rio en general por haber, con el tiempo, desarrollado “algunas estrategias, procedimientos y políticas” buenas alrededor de cómo las personas interactúan con los vehículos automatizados.
El Sr. Roulstone espera que en algún momento las opciones de reasignación disminuirán y habrá pérdidas de empleo. “Es solo matemáticas”, dice él.
