En julio, el activista contra la caza de ballenas, el Capitán Paul Watson, fue arrestado y encarcelado en Nuuk, Groenlandia, y enfrentaba la extradición a Japón. Fue detenido por Interpol con una notificación roja emitida por el gobierno japonés relacionada con una acusación de allanamiento de morada datada en 2010. Sin embargo, justo antes de Navidad, el Ministro de Justicia de Dinamarca anunció que Watson no sería extraditado y era libre de irse.