Un superviviente del Holocausto marcará de forma diferente esa historia después de los horrores del 7 de octubre.

KIBBUTZ MEFLASIM, Israel (AP) – Cuando los combatientes de Hamas invadieron el sur de Israel el 7 de octubre, el grupo militante que gobierna la Franja de Gaza perpetró el ataque más mortífero contra los judíos desde el Holocausto. Para Judith Tzamir, una superviviente del Holocausto de Alemania que se mudó a Israel en 1964, los horrores del 7 de octubre la llevaron a marcar las vacaciones solemnes haciendo una peregrinación que había evitado durante mucho tiempo: visitará Auschwitz, el campo de concentración nazi en Polonia. Tzamir, cuyo kibbutz defendió los ataques de Hamas el 7 de octubre, se unirá a otros 55 supervivientes del Holocausto de todo el mundo y aproximadamente 10,000 personas participando en la Marcha de la Vida. El evento recrea la marcha de dos millas (tres kilómetros) desde Auschwitz hasta Birkenau, donde aproximadamente 1 millón de judíos fueron asesinados por la Alemania nazi. El evento, ahora en su 36o año, suele atraer a miles de participantes, incluidos supervivientes del Holocausto y estudiantes judíos, líderes y políticos. Este año, también se unirán a la marcha rehenes israelíes liberados de la cautividad en Gaza y familias cuyos parientes todavía están siendo retenidos. Me desconozco si el mundo escuchará, pero incluso para mí, es importante,” dijo Tzamir, quien había rechazado invitaciones pasadas para visitar Auschwitz. Para recordar que todavía existe el antisemitismo y que todavía hay personas que matarán solo por motivos religiosos.

El Día del Recuerdo del Holocausto, marcado en el aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia, ha sido tradicionalmente un momento en el que los israelíes se reúnen y escuchan los testimonios de los supervivientes. Es uno de los días más solemnes del año, destacado por una sirena de dos minutos cuando el tráfico se detiene y las personas se ponen de pie en memoria de las víctimas. Se celebran ceremonias conmemorativas durante todo el día y se recitan los nombres de las víctimas. Mientras que el memorial nacional del Holocausto de Israel, Yad Vashem, intenta mantenerse al margen de la politíca, su ceremonia de este año incluye una silla amarilla vacía en solidaridad con los rehenes israelíes que aún están en Gaza.

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