Las declaraciones de los líderes eran un intento de fortalecer el apoyo occidental a Ucrania a largo plazo, mientras el elefante en la sala seguía presente.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la canciller alemana Olaf Scholz estaban uno al lado del otro en una conferencia de prensa en Berlín, mostraban una y otra vez su “fuerte” vínculo transatlántico al mundo.
Biden describió a Alemania como el “aliado más cercano e importante” de Estados Unidos, mientras que Scholz dijo que las “buenas relaciones entre Estados Unidos y Alemania no pueden darse por sentadas”.
Fue una declaración coordinada sobre “mantener el apoyo” a largo plazo para Ucrania en su guerra contra Rusia.
Y mientras Biden repetía las palabras “no podemos aflojar, no podemos” y Scholz reiteraba un mensaje de unidad con “estamos con Ucrania todo el tiempo que sea necesario”, unas horas después, el primer ministro Sir Keir Starmer hizo eco del mismo sentimiento: “Seguimos unidos en apoyo a Ucrania”.
Sin embargo, un tema ampliamente ignorado, que parece haber dejado inquietos a los funcionarios europeos, es la cuestión de quién podría ser el próximo líder de Estados Unidos.
Es el elefante en la sala durante la “visita de despedida” de Biden a Alemania que, si Donald Trump gana las elecciones de Estados Unidos el próximo mes, todas estas conversaciones sobre apoyo a Ucrania y la postura adoptada sobre el conflicto en Medio Oriente podrían resultar irrelevantes.
Cuando se le preguntó sobre cómo “a prueba de Trump” está la defensa europea caso de que regrese al poder, y pueda tener otras prioridades, Starmer en su mayoría ignoró la pregunta.
El problema es que Trump ha indicado que sería más reacio que Biden a seguir apoyando a Ucrania, y la ayuda estadounidense a los aliados de la OTAN podría venir con condiciones.
También se describe a sí mismo como el “mejor amigo que Israel jamás haya tenido”.
Dado que Estados Unidos es actualmente el mayor respaldador militar de Ucrania, mucho podría estar en juego.
Por ahora, el consenso para “el cuarteto” (los líderes del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia) es un continuo muestra de unidad en apoyo a Ucrania y un impulso para un alto el fuego en Medio Oriente.
Pero mucho puede cambiar en unas pocas semanas.