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Tu guía sobre lo que significa la elección presidencial de Estados Unidos en 2024 para Washington y el mundo
(sustantivo) Una ideología política, alguna vez considerada muerta, que parece estar experimentando un renacimiento global
La elección presidencial de Estados Unidos en 2024 fue inusual porque incluyó un animado debate sobre si uno de los candidatos era un fascista. El General John Kelly, quien sirvió como jefe de gabinete de Trump durante su primer mandato, inició el debate al decir a los reporteros que su ex jefe coincidía con una definición de fascismo que había encontrado en línea: “una ideología política de extrema derecha, autoritaria, ultranacionalista caracterizada por un líder dictatorial, autocracia centralizada, militarismo, represión forzosa de la oposición, creencia en una jerarquía social natural”.
La campaña de Trump respondió a esta acusación diciendo que Kelly se había “ridiculizado a sí mismo” y repitió acusaciones falsas. Algunos de los defensores más sofisticados de Trump argumentaron que la acusación es errónea porque Trump no es un militarista. De hecho, el presidente entrante hizo campaña como el candidato pro-paz y prometió poner fin a las guerras para siempre.
No obstante, la campaña de Harris aprovechó la acusación de Kelly. Los demócratas claramente creían que los estadounidenses rechazarían cualquier candidato manchado por el fascismo. Pero es posible que hayan sobreestimado el conocimiento histórico del votante promedio. Reporteros en la campaña encontraron que la mayoría de los votantes asociaban el fascismo con Hitler, y a Hitler con el Holocausto. Dado que nadie creía que Trump planeaba construir un Auschwitz americano, fue relativamente fácil para el partido Republicano desestimar las acusaciones de fascismo como histeria liberal.
Los historiadores de la década de 1930, sin embargo, creen que Trump y algunos otros líderes mundiales, como Vladimir Putin y Xi Jinping, están reviviendo aspectos de la tradición fascista. El ultra-nacionalismo, el culto al líder y el desprecio por los valores liberales están de vuelta en moda en todo el mundo, no solo en América.