El viernes, el portavoz de las fuerzas especiales ucranianas le dijo a la BBC que solo se refería a áreas en la región de Kursk donde sus fuerzas estaban luchando. El portavoz no dijo cuánto tiempo era esa línea del frente. Y aunque esto no es la imagen completa, sugiere significativas bajas norcoreanas. Separadamente, el New York Times también informó que los norcoreanos habían sido retirados de las líneas del frente. El periódico citó a funcionarios estadounidenses diciendo que la retirada quizás no sea permanente y que los soldados podrían regresar después de recibir entrenamiento adicional o después de que los rusos encuentren nuevas formas de desplegarlos para evitar tales bajas. Informes atribuidos a inteligencia surcoreana dicen que los norcoreanos no están preparados para las realidades de la guerra moderna y son especialmente vulnerables a ser atacados por drones ucranianos. El Presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong Un han profundizado los lazos bilaterales en los últimos meses, firmando un tratado de seguridad y defensa. La asistencia de Pyongyang a Moscú ahora también se extiende a grandes cantidades de municiones y armas. En agosto pasado, tropas de élite ucranianas lanzaron una ofensiva sorpresa en Kursk, apoderándose de más de 1,000 km² de territorio ruso. Desde entonces, las fuerzas rusas han logrado retomar una parte considerable de esa región. La incursión sorpresa de Kyiv tenía como objetivo cambiar la dinámica de la guerra. Inicialmente se esperaba que la operación aliviara la presión en otras partes de la línea del frente que supera los 1,000 km de longitud, especialmente en el este de Ucrania. Moscú continúa su avance implacable, aunque lento, en el este, apoderándose de varios asentamientos en la región de Donetsk en las últimas semanas. Ahora Kyiv busca mantener la tierra que ocupa en Kursk como un punto de apoyo para posibles negociaciones de alto el fuego o de paz con Moscú. Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.