TAI es un jugador importante en la industria aeroespacial de Turquía, diseñando, desarrollando y fabricando varios aviones para uso comercial y militar.
Además de ser el fabricante con licencia de los aviones de combate F-16 diseñados por Estados Unidos, la compañía también juega un papel en la modernización de aviones antiguos para el ejército turco.
El HPG dijo que “no toma acciones frecuentemente como principio”, pero ocasionalmente lleva a cabo actos “abnegados” que sirven como “advertencias y mensajes” al gobierno turco.
Las víctimas fueron nombradas por la agencia de noticias estatal de Turquía como los empleados de TAI Cengiz Coskun, Zahide Guclu, Atakan Sahin Erdogan, Huseyin Canbaz, y el taxista Murat Arslan.
El Ministro del Interior, Ali Yerlikaya, dijo que los dos atacantes habían sido “neutralizados”.
El HPG también dijo que el ataque del miércoles “no tenía nada que ver con la agenda política debatida en Turquía en el último mes”.
Antes de que ocurriera, había especulación sobre la posibilidad de un acuerdo de alto el fuego entre el PKK y el estado turco, alimentado por algunos actos aparentemente conciliatorios.
El martes, un aliado clave de Erdogan sugirió que el líder del PKK, Abdullah Ocalan, podría ser liberado de su cadena perpetua en una prisión turca si disolvía públicamente la organización, visto por algunos como un punto de partida para la reconciliación.
Al día siguiente, Ocalan tuvo una visita de su sobrino, la primera visita familiar en 43 meses, según la agencia de noticias Reuters.