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Trump también dijo que nominaría a Russel Vought para liderar la Oficina de Gestión y Presupuesto, un cargo que Vought ocupó durante la primera presidencia de Trump. Vought estuvo estrechamente involucrado con el Proyecto 2025, un plan conservador para el segundo mandato de Trump del que intentó distanciarse durante la campaña.
Los anuncios del viernes por la noche mostraron cómo Trump estaba desarrollando la parte financiera de su nueva administración. Aunque Bessent está estrechamente alineado con Wall Street y podría recibir apoyo bipartidista, Vought es conocido como un republicano inflexible.
Trump dijo que Bessent “me ayudará a dar inicio a una nueva Edad de Oro para los Estados Unidos”, mientras que Vought “sabe exactamente cómo desmantelar el Estado Profundo y poner fin al Gobierno Armado”.
En un anuncio separado, Trump dijo que había elegido a la representante Lori Chavez-DeRemer, una republicana de Oregón, como su secretaria de Trabajo.
“Espero trabajar con ella para crear una tremenda oportunidad para los Trabajadores Americanos”, dijo Trump en un comunicado.
Bessent, de 62 años, es el fundador del fondo de cobertura Key Square Capital Management, después de haber trabajado intermitentemente para Soros Fund Management desde 1991. Si es confirmado por el Senado, sería el primer secretario del Tesoro abiertamente gay de la nación.
Le dijo a Bloomberg en agosto que decidió unirse a la campaña de Trump en parte para atacar la creciente deuda nacional de EE. UU. Eso incluiría recortar programas gubernamentales y otros gastos.
“Este ciclo electoral es la última oportunidad para que EE. UU. crezca para salir de esta montaña de deuda sin convertirse en una especie de democracia socialista al estilo europeo”, dijo entonces.
Hasta el 8 de noviembre, la deuda nacional asciende a $35.94 billones, con las administraciones tanto de Trump como de Biden habiendo contribuido a ella. Las políticas de Trump agregaron $8.4 billones a la deuda nacional, mientras que la administración de Biden aumentó la deuda nacional en $4.3 billones, según el Comité de Presupuesto Federal Responsable, un vigilante fiscal.
Incluso mientras presiona para reducir la deuda nacional al detener el gasto, Bessent ha respaldado la extensión de disposiciones de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, que Trump firmó en su primer año en el cargo. Las estimaciones de varios análisis económicos de los costos de los diversos recortes de impuestos oscilan entre casi $6 billones y $10 billones en 10 años. Casi todas las disposiciones de la ley expiran a fines de 2025.
Antes de convertirse en donante y asesor de Trump, Bessent donó a varias causas demócratas a principios de la década de 2000, notablemente la candidatura presidencial de Al Gore. También trabajó para George Soros, un importante partidario de los demócratas. Bessent tuvo un papel influyente en las operaciones de Soros en Londres, incluida su famosa apuesta de 1992 contra la libra esterlina, que generó enormes ganancias el “Miércoles Negro”, cuando la libra se desvinculó de las monedas europeas.
La selección de Bessent no fue una sorpresa; había sido uno de los nombres que se barajaban para el puesto de secretario del Tesoro. En un evento del Detroit Economic Club en octubre, Trump llamó a Bessent “uno de los principales analistas de Wall Street”.
Bessent le dijo a Bloomberg en agosto que ve los aranceles como un “ajuste de precio único” y “no inflacionario”, y que los aranceles impuestos durante una segunda administración de Trump estarían dirigidos principalmente a China. Y escribió en un artículo de opinión en Fox News esta semana que los aranceles son “una herramienta útil para lograr los objetivos de política exterior del presidente. Ya sea conseguir que los aliados gasten más en su defensa, abrir los mercados extranjeros a las exportaciones de EE. UU., asegurar la cooperación para poner fin a la inmigración ilegal e interceptar el tráfico de fentanilo, o disuadir la agresión militar, los aranceles pueden desempeñar un papel central”.
Bessent le dijo a Fox News a principios de este mes, cuando se le preguntó si los aranceles pagarían la operación de deportación a gran escala de Trump en el que había estado trabajando en un plan para lo que llamó “deportaciones financieras”, explicando que restringiría el flujo de remesas a los países de origen de los migrantes.
Bessent también ha lanzado ideas sobre cómo la administración Trump podría presionar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, cuyo mandato expira en mayo de 2026. El mes pasado, Bessent sugirió que Trump podría nombrar temprano a un presidente sustituto, y dejar que esa persona funcione como un presidente “en la sombra”, con el objetivo de marginar efectivamente a Powell.
Pero después de las elecciones, Bessent al parecer se alejó de ese plan. Powell, por su parte, ha dicho que no renunciará si Trump le pide que lo haga, y agregó que Trump, como presidente, no tiene la autoridad para despedirlo.
Trump atacó repetidamente a Powell durante su primer mandato como presidente por aumentar la tasa clave de la Fed en 2017 y 2018. Durante la campaña de 2024, dijo que como presidente debería tener un “say” en las decisiones de la tasa de interés del banco central. Los presidentes tradicionalmente evitan comentar sobre las políticas de la Fed.
Bessent y su esposo, el ex fiscal de la ciudad de Nueva York John Freeman, se casaron en 2011 y tienen dos hijos.
Vought, de 48 años, fue el jefe de la Oficina de Gestión y Presupuesto desde mediados de 2020 hasta el final del primer mandato de Trump en 2021, habiendo servido anteriormente como director interino y director adjunto. Graduado del Wheaton College y la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, tenía un profundo conocimiento de las finanzas gubernamentales que se ha combinado con su propia fe cristiana.
Después de que terminara el primer mandato de Trump, Vought fundó el Centro para Renovar América, un grupo de expertos que describe su misión como renovar “un consenso de América como nación bajo Dios”.
El Centro para Renovar América lanzó su propia propuesta presupuestaria de 2023 titulada “Un Compromiso para Terminar el Trabajo y el Gobierno Armado”. La propuesta contemplaba recortes de gastos por valor de $11.3 billones en 10 años y aproximadamente $2 billones en recortes de impuestos sobre la renta para llevar el presupuesto a un superávit en 2032.
“La amenaza inmediata que enfrenta la nación es que las personas ya no gobiernan el país; en cambio, el gobierno mismo está cada vez más armado contra las personas a las que se supone que sirve”, escribió Vought en la introducción.
Anteriormente, Vought también había trabajado como director ejecutivo y de presupuesto del Comité de Estudio Republicano, un caucus para los republicanos conservadores de la Cámara. También trabajó en Heritage Action, el grupo político vinculado a la Fundación Heritage, un grupo de expertos conservador.
El plan presupuestario propuesto por Vought recortaría los gastos en ayuda alimentaria a través del Departamento de Agricultura. Habría recortes de $3.3 billones en el Departamento de Salud y Servicios Humanos en gran parte a través de la forma en que se distribuyen los fondos de Medicaid y Medicare. También contiene alrededor de $642 mil millones en recortes al Affordable Care Act. Los presupuestos para los departamentos de Vivienda y Desarrollo Urbano y Educación también se verían afectados.
Las ideas presupuestarias de Vought eran independientes de Trump, quien no ha detallado por completo los detalles de sus planes económicos, aparte de hacer campaña sobre recortes en los impuestos sobre la renta y aumentos en los aranceles. __
El escritor de Associated Press Josh Boak contribuyó a este informe.
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