Unos hombres armados mataron a tres oficiales de policía israelíes el domingo por la mañana mientras conducían por Cisjordania, el último episodio en la espiral de violencia en el territorio que incluye ataques por extremistas palestinos e israelíes, así como redadas continuas del ejército israelí en ciudades palestinas.
Los oficiales fueron tiroteados y asesinados mientras conducían por una autopista en la parte sur de Cisjordania, cerca de un importante punto de control donde se revisa el tráfico antes de entrar a Israel, según informaron la policía israelí y Magen David Adom, el servicio médico de emergencias.
Uno de los oficiales era el padre de un oficial de policía que fue asesinado durante la incursión de Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel que dio inicio a la guerra en Gaza, según la policía.
El incidente siguió a dos ataques el viernes por la noche por parte de militantes palestinos, uno de los cuales intentó detonar una bomba de coche en un cruce concurrido en el sur de Cisjordania, según informó el ejército israelí. En el segundo ataque, un palestino conducía hacia un asentamiento israelí cercano, lo que provocó una persecución a alta velocidad y un tiroteo que causó una explosión en el automóvil del palestino, dijo el ejército.
El ejército israelí llevó a cabo redadas en tres ciudades importantes en el norte de Cisjordania la semana pasada, matando al menos a 22 personas, según las autoridades de salud palestinas. El ejército dijo que la operación tenía como objetivo sofocar a los grupos armados palestinos, pero los críticos advirtieron que la muerte y destrucción causadas por las redadas podrían fomentar la misma violencia que buscaban reducir.
Israel ocupó Cisjordania en 1967 después de capturarla de Jordania durante la guerra árabe-israelí de ese año. Desde entonces, Israel ha construido cientos de asentamientos en el territorio, que son considerados ilegales por la mayoría del mundo. Cientos de miles de israelíes judíos ahora viven bajo protección militar en Cisjordania, intercalados entre aproximadamente 3 millones de palestinos que generalmente desean que el territorio forme la columna vertebral de un futuro estado palestino.
Desde el miércoles, cientos de soldados israelíes han irrumpido en las ciudades palestinas de Jenin, Tulkarem y Tubas, enfrentándose con militantes y llenando las calles de bulldozers en busca de artefactos explosivos improvisados. El caos dejó a muchas personas atrapadas en sus hogares sin agua corriente ni internet.
El ejército israelí dijo que había matado a más de 20 militantes en esas redadas, y los grupos militantes dijeron que muchos de los muertos eran miembros de sus organizaciones. Una familia dijo que un pariente con problemas mentales fue abatido durante la redada, dejando su cuerpo sin atender durante horas durante la violencia.
Para el domingo por la mañana, las tropas se habían retirado de Tulkarem y Tubas.
En Jenin, seguían rodeando uno de los principales hospitales de la ciudad, inspeccionando de cerca a todos los que llegaban y salían, por quinto día consecutivo, dijo Wissam Bakr, director del hospital. El ejército israelí dijo que había desplegado tropas alrededor del hospital para evitar que los militantes ingresaran en un intento de buscar refugio.
Con el corte de energía, el hospital se estaba arreglando con generadores de respaldo, dijo el Dr. Bakr. Decenas de pacientes, especialmente aquellos en diálisis, estaban siendo trasladados a otros hospitales, ya que los generadores no eran capaces de alimentar todas las salas, agregó. Antes de la redada, había aproximadamente 180 pacientes en el hospital; ahora quedaban unos 50, según el Dr. Bakr.
A principios de la década de 2000, el Dr. Bakr trabajaba en el mismo hospital cuando las fuerzas israelíes irrumpieron en Jenin, como parte de una importante represión en respuesta a un aumento en los atentados suicidas palestinos que fueron planeados por grupos con sede en la ciudad, dijo. En ese momento, los soldados israelíes también rodearon el hospital durante casi dos semanas antes de retirarse, recordó el Dr. Bakr.
“La historia se repite”, comentó.
La atmósfera tensa en todo el territorio se ha visto exacerbada en las últimas semanas por la creciente violencia de extremistas israelíes, algunos de los cuales también han intentado apoderarse de tierras usadas y propiedad de palestinos. A mediados de agosto, un grupo de incendiarios israelíes irrumpió en un pueblo palestino, prendiendo fuego a vehículos y propiedades.
Natan Odenheimer contribuyó con el reportaje.