Por Tetsushi Kajimoto y Maki Shiraki
TOKIO (Reuters) – Toyota Motor, el fabricante de automóviles más grande del mundo, se abstuvo el miércoles de ofrecer respuestas a la demanda de su sindicato de fuertes aumentos salariales y bonificaciones récord, lo que generó cierta incertidumbre sobre las expectativas de unas negociaciones salariales favorables.
Toyota ha sido durante mucho tiempo el referente de la ofensiva salarial anual laboral de Japón, y había aceptado la demanda del sindicato en su totalidad en el primer día de las negociaciones salariales anuales en los últimos dos años.
Un portavoz del fabricante de automóviles dijo que las conversaciones continuarán en la siguiente ronda.
Las conversaciones laborales están programadas para tener lugar dos veces más el 28 de febrero y el 6 de marzo, antes de ofrecer oficialmente los incrementos salariales para 2024 el 13 de marzo, junto con otras empresas japonesas de primera línea. Si Toyota acepta completamente las demandas del sindicato, sería el cuarto año consecutivo de aceptación total.
La Federación de Todos los Trabajadores de Toyota demanda pagos de bonificaciones récord por un valor de 7.6 meses de salario, mientras busca aumentos salariales mensuales de hasta 28,440 yenes ($189.57) dependiendo de las calificaciones laborales y la ocupación.
Los sindicatos laborales japoneses han iniciado las negociaciones salariales anuales de este año con demandas de aumentos salariales muy por encima de los del año anterior, que fueron los más grandes en más de tres décadas.
Muchas empresas de primera línea tienen previsto ofrecer formalmente a los sindicatos generosos aumentos salariales el 13 de marzo, seguidas de pequeñas empresas en los próximos meses.
Los economistas del sector privado esperan que las empresas principales ofrezcan aumentos salariales de alrededor del 3.9%, los mayores en 31 años. Sin embargo, excluyendo la escala salarial basada en la antigüedad, el salario base que determina la fuerza de los ingresos puede quedarse por debajo del aumento de los precios, ejerciendo presión a la baja sobre los salarios reales.
El gobierno del primer ministro Fumio Kishida cuenta con que las negociaciones salariales impulsen aumentos salariales sostenibles y una inflación estable y pongan fin de manera decisiva a aproximadamente dos décadas de deflación.
Las negociaciones laborales de este año serán observadas de cerca por el Banco de Japón, que considera los aumentos salariales y de precios sostenibles como un requisito previo para normalizar la política monetaria.
La historia continúa
Si los trabajadores logran obtener los aumentos salariales esperados, eso podría sentar las bases para que el Banco de Japón abandone sus tasas negativas tan pronto como en marzo o abril.
($1 = 150.0200 yenes)
(Reporte de Maki Shiraki y Tetsushi Kajimoto; Edición de Chang-Ran Kim y Sam Holmes)