El viernes, el Tribunal Supremo confirmó la ley, aprobada en abril del año pasado, que prohibió la aplicación en los Estados Unidos a menos que su empresa matriz con sede en China, ByteDance, vendiera la plataforma para el domingo, lo cual no ha ocurrido.
TikTok ha argumentado que la ley viola las protecciones de libertad de expresión para sus 170 millones de usuarios en el país.
Después de la decisión, el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, apeló a Trump, agradeciéndole por su “compromiso de trabajar con nosotros para encontrar una solución”.
Se espera que el Sr. Chew asista a la inauguración de Trump el lunes.
En las horas previas al cierre de la plataforma de redes sociales, los creadores de contenido habían estado publicando videos para despedirse de sus seguidores.
La creadora Nicole Bloomgarden le dijo a la BBC que no estar en TikTok resultaría en una reducción significativa de su salario.
Otra usuaria, Erika Thompson, dijo que el contenido educativo en la plataforma sería “la mayor pérdida” para la comunidad.
Los usuarios de TikTok se encontraron con un mensaje el sábado temprano que decía que la ley “nos obligaría a hacer nuestros servicios temporalmente no disponibles. Estamos trabajando para restaurar nuestro servicio en los EE. UU. lo antes posible”.