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El tiempo avanza y Samsung está discontinuando el soporte para una característica esencial en teléfonos Galaxy más antiguos. La compañía ha confirmado que su aplicación Samsung Health Monitor ya no será compatible con dispositivos que funcionen con Android 11 o versiones anteriores.
Con la última actualización (versión 1.3.6.001), los usuarios reciben una notificación sobre el próximo cambio. Según el aviso, la próxima versión de la aplicación (versión 1.4.1) solo estará disponible para teléfonos que estén ejecutando Android 12 (o versiones más nuevas de Android, por supuesto).
Esta actualización significa que los usuarios con teléfonos Galaxy más antiguos no podrán utilizar funciones clave como el monitoreo de la presión arterial y lecturas de ECG a través de su Galaxy Watch, ya que estas funciones dependen de la aplicación.
Aunque la versión actual de Samsung Health Monitor seguirá funcionando en dispositivos más antiguos, no recibirá ninguna nueva función o actualización. Para obtener más detalles, puedes consultar el anuncio completo.
El aviso dice que a partir del 23 de diciembre de 2024, Samsung Health Monitor no será compatible con dispositivos que ejecuten Android 9, 10 u 11, por ejemplo, aunque no creo que muchos estén utilizando esas versiones antiguas de Android hoy en día. “Apreciamos su comprensión y recomendamos encarecidamente que actualice su versión del sistema operativo a Android OS 12.0 o superior”, reza el mensaje.
En 2020, la aplicación Samsung Health Monitor hizo titulares, pero solo estaba disponible en Corea del Sur y se expandió al resto del mundo más tarde.
La aplicación Samsung Health Monitor está disponible para modelos de Galaxy Watch a partir del Galaxy Watch 3 y el Galaxy Active 2. Permite a los usuarios medir la presión arterial y realizar lecturas del ritmo cardíaco ECG (electrocardiograma) directamente desde la muñeca. Los datos se almacenan en la aplicación para un seguimiento fácil.
Para empezar, los usuarios primero deben calibrar el reloj con un monitor de presión arterial estándar, que generalmente se hace en la consulta del médico. Una vez calibrado, el reloj inteligente puede analizar los datos de onda de pulso para estimar la presión arterial, comparándola con el valor de calibración inicial.
La función de ECG de la aplicación mide la actividad eléctrica del corazón al hacer que los usuarios coloquen la punta del dedo en el botón del reloj inteligente. Esto puede ayudar a detectar problemas como arritmia cardíaca y fibrilación auricular.
Aunque útiles para el monitoreo, estas mediciones no son tan precisas como las pruebas hospitalarias. Se recomienda a los usuarios con problemas de salud que consulten a un médico, ¡por supuesto!
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