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Taylor Swift ha cancelado tres conciertos en Viena después de que las autoridades austriacas descubrieran un plan de atentado islamista dirigido a los seguidores de la cantante en la ciudad esta semana.
La policía austriaca arrestó a un ciudadano austriaco de 19 años el miércoles por la mañana y a un segundo individuo de edad y nacionalidad no reveladas la misma tarde.
Franz Ruf, director general de seguridad pública del Ministerio del Interior de Austria, dijo el miércoles por la noche que los arrestos se realizaron para frustrar un ataque terrorista planeado en el estadio Ernst-Happel-Stadium, donde Swift debía actuar el jueves, viernes y sábado.
“Con la confirmación de un ataque terrorista planeado… no tenemos otra opción que cancelar los tres espectáculos programados por la seguridad de todos”, dijo un portavoz de Barracuda Music, que organizó las actuaciones de Swift en Austria.
Las entradas se reembolsarán en los próximos 10 días, agregó.
Según Ruf, el joven de 19 años fue arrestado en Baja Austria, la región que rodea a Viena, después de ser vigilado por oficiales de inteligencia del país.
Ruf dijo que el sospechoso “juró lealtad” al líder actual del grupo terrorista Estado Islámico el mes pasado en una comunicación en línea obtenida por las agencias de seguridad austriacas.
Posteriormente fue monitoreado y los oficiales determinaron que estaba planeando un posible ataque a los asistentes al concierto de Swift esta semana.
El individuo había empezado a acumular material explosivo, según oficiales de inteligencia. Había una “sospecha concreta de peligro”, dijo Ruf.
Confirmó que se había realizado un segundo arresto pero se negó a proporcionar más detalles. La investigación sigue en curso y las autoridades austriacas se apresuran a identificar si otras personas relacionadas con los detenidos también pueden estar involucradas en el complot.
Más de 170,000 fans de Swift han quedado amargamente decepcionados en Viena por la cancelación de último minuto de los conciertos.
Las autoridades austriacas ofrecieron aumentar significativamente la seguridad para los eventos, pero Barracuda sintió que los posibles riesgos de un ataque eran demasiado grandes, dadas las preguntas pendientes sobre el complot.
Las autoridades austriacas dijeron que se estaba llevando a cabo una operación “a gran escala”.
Apenas han pasado cuatro años desde que un pistolero islamista solitario atacó Viena, matando a cuatro personas e hiriendo a docenas en el peor incidente terrorista de Austria.
Las autoridades austriacas han estado en alerta máxima desde entonces, especialmente debido a las debilidades expuestas en las agencias de inteligencia y seguridad del país antes del ataque de 2020.
El gobierno prometió una reforma integral de la inteligencia austriaca como resultado, con recursos adicionales y atención política dada a una nueva agencia de seguridad interna, la Dirección de Seguridad e Inteligencia del Estado (DSN).
El año pasado, el jefe del DSN, Omar Haijawi-Pirchner, reveló que la agencia había frustrado un plan de ataque terrorista islamista en el desfile anual del orgullo de Viena. Tres jóvenes fueron arrestados y acusados por la agencia de planear matar y mutilar a los asistentes al desfile de orgullo con pistolas de aire, sables y hachas, y planear embestir a la multitud con un coche.