Subsidiaria de Toyota cierra tras admitir que falsificó pruebas de seguridad.

Daihatsu, la automotriz japonesa propiedad de Toyota, ha cerrado sus fábricas en Japón, meses después de que la automotriz admitiera haber falsificado pruebas de seguridad en vehículos, informó The Associated Press (AP).

El cierre sigue al anuncio de Daihatsu Motor Co la semana pasada de que suspendería todos los envíos de vehículos dentro y fuera de Japón después de que una investigación independiente encontrara problemas con 64 modelos de vehículos.

En la última investigación, la empresa dijo que los investigadores encontraron 174 nuevos casos de irregularidades en pruebas de seguridad y otros procedimientos en 25 categorías de pruebas. Esto incluyó evidencia de manipulación de pruebas de seguridad, creación de información falsa o fabricación de datos de prueba, según la empresa.

La publicación de los detalles de la investigación provocó que el Ministerio de Transporte de Japón iniciara inspecciones en el lugar la semana pasada, según múltiples informes de medios locales. Estas inspecciones están investigando problemas que al parecer han estado presentes en la empresa durante décadas, siendo la primera irregularidad detectada en 1989.

Daihatsu dijo esta semana que comenzó a cerrar algunas líneas el lunes y detuvo la producción en las cuatro plantas japonesas en las prefecturas de Shiga, Kyoto y Oita, junto con su sede en Osaka el martes, informó AP.

La empresa no especificó cuándo se reanudará la producción, pero un representante de la empresa le dijo a CNN que se espera que el cierre dure al menos hasta finales de enero.

The Hill se comunicó con Toyota para obtener más comentarios.

La investigación de la semana pasada y la investigación en curso por el Ministerio de Transporte de Japón representan el último golpe para Daihatsu, que ha enfrentado varios problemas en el último año.

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En abril, Daihatsu admitió haber violado los estándares para pruebas de colisión y procedimientos en más de 88,000 vehículos, incluidos automóviles vendidos principalmente bajo la marca Toyota en Tailandia y Malasia.

Más tarde, en mayo, la empresa dijo que descubrió otros problemas con sus pruebas de colisión lateral para dos vehículos híbridos eléctricos.

En un comunicado la semana pasada, Toyota se disculpó por las “molestias y preocupaciones” que los hallazgos han causado a las partes interesadas y enfatizó la importancia de la reforma en el futuro.

“Creemos que, para evitar la recurrencia, además de una revisión de las operaciones de certificación, se necesita una reforma fundamental para revitalizar a Daihatsu como empresa”, escribió Toyota. “Toyota brindará su pleno apoyo a la revitalización de Daihatsu para que pueda volver a sus raíces como la ’empresa de movilidad compacta’ que Toyota y Daihatsu están trabajando para que sea, así como recuperar la confianza de todas las partes interesadas”.

Se espera que el cierre de Daihatsu afecte a unos 9,000 empleados que trabajan en la producción nacional, según un representante de la empresa que le dijo a CNN. Las fábricas de Daihatsu tienen cadenas de suministro que incluyen a 8,136 empresas en todo Japón, con ventas totales equivalentes a unos $15.53 mil millones, informó AP, citando a la empresa de investigación de mercado Teikoku Databank.

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