Según una declaración de la Oficina del Fiscal de EE. UU., Distrito Central de California, Alsheikh ocultó su empleo en la prisión y negó perseguir a nadie en sus solicitudes de visa y ciudadanía de EE. UU.
Los funcionarios de EE. UU. dicen que Alsheikh infligió personalmente “dolor físico y mental severo a prisioneros políticos y de otros tipos” en su papel bajo el expresidente Bashar al-Assad.
Supuestamente ordenaba a los detenidos ir al “al Wing de Castigo” en la prisión, donde serían golpeados mientras estaban suspendidos del techo y sujetos a un dispositivo que causaría “dolor insoportable”, a veces resultando en fracturas de columna.
“Hace casi 20 años, al acusado se le acusó de torturar prisioneros en Siria y, hoy, estamos un paso más cerca de hacerlo responsable de esos crímenes atroces”, dijo en una declaración el Agente Especial a Cargo de la Oficina de Campo de HSI Los Ángeles, Eddy Wang.
Si es condenado, Alsheikh enfrenta hasta 20 años de prisión por el cargo de conspiración para cometer tortura; hasta 20 años por cada uno de los tres cargos de tortura; y hasta 10 años por cada uno de los dos cargos de fraude migratorio.
En una declaración a la Associated Press, el abogado de Alsheikh dice que “niega vehementemente estas acusaciones falsas y motivadas políticamente”.
El hombre de 72 años se mudó a los EE. UU. en 2020 y había estado viviendo en Lexington, Carolina del Sur, según documentos judiciales.
Esto ocurre después de que miles de prisioneros fueran liberados por fuerzas rebeldes en todo Siria después de la caída del régimen de Assad.
Los videos mostraban a docenas de detenidos siendo liberados, mientras que otras imágenes también mostraban a personas corriendo hacia las prisiones con la esperanza de encontrar a sus seres queridos desaparecidos.
Grupos de derechos humanos y funcionarios de las Naciones Unidas han acusado anteriormente al antiguo gobierno sirio de abusos generalizados en las prisiones.
El grupo de monitoreo con sede en el Reino Unido, Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dijo que casi 60,000 personas fueron torturadas y asesinadas en las prisiones dirigidas por Assad.
El jueves, las fuerzas rebeldes sirias dijeron que planean cerrar las prisiones conocidas por su dureza y buscar a quienes estuvieron involucrados en el asesinato o tortura de detenidos.