Saklatvala era el hijo de Dorabji, un comerciante de algodón, y Jerbai, la hija menor de Jamsetji Nusserwanji Tata, quien fundó el Grupo Tata. Cuando Saklatvala tenía 14 años, su familia se mudó a Esplanade House en Bombay para vivir con el hermano de Jerbai (cuyo nombre también era Jamsetji) y su familia.
Los padres de Saklatvala se separaron cuando era joven, por lo que el más joven Jamsetji se convirtió en la figura paternal principal en su vida.
“Jamsetji siempre había sido especialmente cariñoso con Shapurji y vio en él desde muy temprana edad las posibilidades de un gran potencial; le brindó mucha atención y tenía gran fe en sus habilidades, tanto como niño como hombre”, escribe Sehri, la hija de Saklatvala, en El Quinto Mandamiento, una biografía de su padre.
Pero el cariño de Jamsetji por Saklatvala hizo que su hijo mayor, Dorab, resentiera a su primo menor.
“Como niños y como hombres, siempre fueron antagonistas el uno con el otro; la brecha nunca se cerró”, escribe Sehri.
Esto eventualmente llevaría a Dorab a limitar el papel de Saklatvala en los negocios familiares, motivándolo a seguir un camino diferente.
Pero además de la dinámica familiar, Saklatvala también fue profundamente influenciado por la devastación causada por la peste bubónica en Bombay a finales de 1890. Vio cómo la epidemia impactaba desproporcionadamente a los pobres y a las clases trabajadoras, mientras que aquellos en los escalones superiores de la sociedad, incluida su familia, permanecían relativamente ilesos.
Durante este tiempo, Saklatvala, que era un estudiante universitario, trabajó estrechamente con Waldemar Haffkine, un científico ruso que tuvo que huir de su país debido a sus luchas revolucionarias y antizaristas. Haffkine desarrolló una vacuna para combatir la peste y Saklatvala iba de puerta en puerta, convenciendo a las personas para que se vacunaran.
“Su enfoque tenía mucho en común; y sin duda esta estrecha asociación entre el científico idealista mayor y el joven estudiante compasivo, debe haber ayudado a formar y cristalizar las convicciones de Shapurji”, escribe Sehri en el libro.