Sexto tifón en un mes toca tierra en Filipinas.

Más de 400,000 personas obedecieron órdenes de evacuación antes de la tormenta, dijo defensa civil. Su jefe, Ariel Nepomuceno, ha instado a todos los que viven en la trayectoria proyectada de la tormenta a cumplir con estas órdenes.

“Es más peligroso ahora para aquellos en áreas propensas a deslizamientos de tierra porque el suelo ha sido saturado por los tifones consecutivos”, dijo el Sr. Nepomuceno.

Glenda Llamas es una de las que ha tenido que abandonar sus hogares.

“Estamos aterrorizados por el tifón, ya que puede intensificarse y las aguas pueden subir”, dijo a la agencia de noticias AFP desde un refugio en la provincia oriental de Albay.

“Si no evacuábamos, no podríamos salir más tarde, no tenemos a nadie más en la casa excepto nosotros”.

“Ya tenemos muchas fobias debido a las calamidades anteriores que ocurrieron aquí como inundaciones, vientos fuertes y otros desastres”, dijo Melchor Bilay, quien fue evacuado a una escuela más al sur, en la provincia de Sorsogon.

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