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La empresa estatal Saudi Aramco aumentó su dividendo a pesar de que las ganancias cayeron en 2023 a $121 mil millones, bajando desde el récord de $161 mil millones establecido en 2022, ya que la baja en los precios del petróleo y los recortes en la producción liderados por el estado afectaron el desempeño.
El grupo de energía dijo que los ingresos netos en los últimos tres meses del año estaban en línea con los promedios de los analistas de $26.7 mil millones. Aunque la cifra anual completa fue un 24.7 por ciento menor que en 2022, las ganancias superaron los $111 mil millones reportados en 2021, siendo el segundo más alto de la historia.
Saudi Aramco anunció que aumentaría su pago de dividendo trimestral en un 4 por ciento interanual a $20.3 mil millones y pagaría un dividendo adicional vinculado al desempeño de $10.8 mil millones. La compañía introdujo el dividendo de desempeño en el segundo trimestre del año pasado para aumentar los retornos a los accionistas, específicamente al estado y al fondo soberano de inversión saudita, que poseen el 82 por ciento y el 16 por ciento de la empresa respectivamente.
Los dividendos totales de Aramco para el año aumentaron un 30 por ciento en relación con 2022 a $97.8 mil millones.
El pago sigue siendo la fuente de ingresos más importante para el príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien quiere utilizar las ganancias del petróleo para financiar un ambicioso programa para modernizar el reino y diversificar la economía.
El gasto de capital total de la empresa en 2023 fue de $49.7 mil millones, comparado con $37.6 mil millones en 2022. El flujo de efectivo libre de las operaciones fue de $101 mil millones, comparado con los $148.5 mil millones en 2022 y $107.5 mil millones en 2021.
Saudi Aramco dijo que produjo un promedio de 12.8 millones de barriles al día de petróleo crudo y otros líquidos el año pasado, comparado con los 11.5 millones de b/d en 2022.
Arabia Saudita ha reducido su propia producción de petróleo en aproximadamente 2 millones de b/d en los últimos 18 meses, a través de una serie de recortes con otros miembros de la OPEP+, en un intento de mantener los precios. El mes pasado suspendió un programa de inversión multimillonario para aumentar aún más su capacidad de producción máxima a 13 millones de b/d para 2027.