RIO DE JANEIRO (AP) — Rio de Janeiro ha declarado una emergencia de salud pública debido a un brote de dengue transmitido por mosquitos, informó la ciudad en su boletín oficial el lunes, apenas días antes de que comiencen las celebraciones de Carnaval en todo Brasil.
Se espera que el brote no interrumpa el Carnaval, que oficialmente comienza el viernes por la noche y se extiende hasta el 14 de febrero.
El ayuntamiento de Río anunció la apertura de 10 centros de atención, la creación de un centro de operaciones de emergencia y la asignación de camas de hospital para pacientes con dengue. Las autoridades también usarán “carros de humo” en las regiones con mayor incidencia de casos, difundiendo insecticida en el aire.
Desde el inicio de 2024, el municipio ha registrado más de 10,000 casos de dengue. Eso es apenas menos de la mitad del total de casos, 23,000, registrados en todo 2023.
El anuncio llega en un momento en que turistas y juerguistas están llegando a Río para participar en fiestas callejeras y asistir a los desfiles extravagantes de las escuelas de samba.
El dengue es una infección viral transmitida a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados y es más común en climas tropicales. Las fuertes lluvias y las altas temperaturas, que aceleran la eclosión de los huevos de mosquito y el desarrollo de larvas, hacen que la famosa ciudad caliente de Río sea susceptible a brotes de dengue.
Pero el problema es nacional. La explosión de casos de dengue en todo Brasil ha llevado a al menos cuatro estados — Acre, Minas Gerais y Goiás, además del Distrito Federal — a declarar emergencias de salud pública.
El lunes, la Fuerza Aérea Brasileña instaló un hospital de campaña de 60 camas en el Distrito Federal en Ceilandia que comenzaría a tratar a los pacientes.
“Nuestro objetivo es desahogar las unidades de atención de emergencia de la región, dado que hoy el Distrito Federal representa alrededor del 20% de los casos de dengue en el país”, dijo el comandante de la Fuerza Aérea, Teniente Brig. Marcelo Kanitz Damascene, en un comunicado.
La mayoría de las personas que contraen dengue no desarrollan síntomas, pero si lo hacen, estos pueden incluir fiebre alta, dolor de cabeza, dolores corporales, náuseas y sarpullido, según la Organización Mundial de la Salud. Si bien la mayoría se recupera después de una semana más o menos, algunos desarrollan una forma grave y requieren hospitalización. En esos casos, el dengue puede ser fatal.
El cambio climático, que conduce a un aumento de las temperaturas y lluvias intensas, está asociado con un mayor riesgo de dengue, dijo la OMS en diciembre.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, instó a los cariocas — como se conoce a los residentes de Río — a eliminar fuentes de agua estancada, utilizadas por los mosquitos como criaderos.
“A diferencia de la pandemia de COVID-19, en la que los ciudadanos no podrían hacer mucho más que exigir que los gobiernos consiguieran la vacuna, en el caso del dengue, mucho depende de la acción de cada ciudadano”, dijo Paes.
En marzo de 2023, Brasil aprobó una vacuna contra el dengue y se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer una vacuna contra el dengue a través del sistema de salud pública, según el ministerio de salud. Más de 3 millones de personas debían recibir una inyección en 2024.