Putin gana una elección de mero trámite
El Presidente Vladimir Putin extendió ayer su mandato sobre Rusia hasta 2030, utilizando una elección altamente gestionada sin una oposición real para afirmar un abrumador apoyo público a su dominio interno y su invasión de Ucrania.
Los gobiernos occidentales condenaron la elección, y algunos rusos intentaron convertir la votación en una protesta formando largas filas en las estaciones de votación al mediodía. Ucrania intentó hacer su propia votación de alguna manera, disparando una serie de drones explosivos hacia Moscú y otros objetivos.
Pero el Kremlin desestimó esos desafíos y publicó resultados que afirmaban que Putin había ganado el 87 por ciento de los votos, una cifra aún más alta que en las cuatro elecciones anteriores en las que participó.
En una rueda de prensa después de la votación, Putin comentó por primera vez sobre la muerte del líder opositor encarcelado Alexei Navalny, calificándola como un “incidente desafortunado”. (La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, esperó en la fila durante horas para votar en Berlín.)
La verdadera magnitud del apoyo del público a Putin era difícil de juzgar, ya que los candidatos de la oposición fueron prohibidos de postularse, los otros tres candidatos en la boleta no criticaron al Sr. Putin, y el trabajo de los observadores electorales independientes se redujo a su nivel más bajo desde los días de la Unión Soviética.
Putin está listo para utilizar su nuevo mandato de seis años para afianzar aún más su control sobre la política rusa y para seguir adelante con la guerra en Ucrania. Si completa su mandato, se convertirá en el líder ruso con más años en el cargo desde Catalina la Grande en el siglo XVIII.
“Eso es algo que Israel, el público israelí, hace por cuenta propia,” dijo Netanyahu en una entrevista en el programa “State of the Union” de CNN. “No somos una república bananera.”
Los comentarios de Schumer, líder de la mayoría del Senado, formaron parte de un discurso mordaz que dio la semana pasada, durante el cual el demócrata de Nueva York acusó también a Netanyahu de anteponer su supervivencia política al bien de su país. El discurso fue indicativo de la creciente brecha entre Israel y Estados Unidos en la guerra de Gaza. El presidente Biden elogió el discurso pero no respaldó la petición de Schumer de convocar nuevas elecciones.
Netanyahu, en comentarios a su gobierno, prometió que el ejército israelí invadiría Rafah, donde más de un millón de gazatíes se han refugiado. Las personas desplazadas allí están aterrorizadas por la perspectiva de una invasión terrestre.
Crisis humanitaria: Nuevos enfoques para llevar ayuda a Gaza no han frenado el hambre y la malnutrición allí, indicaron expertos.