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Apple reveló resultados trimestrales que superaron ligeramente las expectativas de Wall Street, pero las ventas de iPhone se mantuvieron planas respecto al año anterior mientras la compañía lucha contra la creciente competencia de fabricantes locales de dispositivos en China.
La compañía informó el jueves de una facturación de $124.3 mil millones para su trimestre de diciembre, superando las estimaciones de los analistas en una encuesta de Bloomberg de $124.1 mil millones y aumentando un 4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. Las ventas de iPhone fueron de $69.1 mil millones, prácticamente estables interanualmente.
Marca el primer trimestre completo desde que Apple lanzó ‘Apple Intelligence’, su conjunto de funciones de IA que incluyen una asociación con OpenAI.
El director financiero de Apple, Kevan Parekh, dijo al Financial Times que la compañía estaba “increíblemente optimista sobre el impacto profundo de la IA”.
El rendimiento del iPhone 16 habilitado para IA fue más fuerte que en mercados donde Apple Intelligence no estaba disponible, señaló, lo que sugiere que Apple Intelligence ha despertado el interés de los consumidores.
Parekh asumió el cargo este año, sucediendo a Luca Maestri, quien había ocupado la posición durante una década.
La facturación para la región de China, donde la compañía ha enfrentado una creciente presión competitiva de fabricantes locales de teléfonos inteligentes como Huawei y Xiaomi, fue de $18.5 mil millones, una caída de aproximadamente el 11 por ciento.
El negocio de servicios de Apple, que incluye la App Store, iCloud y Apple Pay, alcanzó un máximo histórico, registrando una facturación de $26.3 mil millones. Sus productos iPad y MacBook también tuvieron un crecimiento de dos dígitos.
El ingreso neto total de Apple fue de $36.3 mil millones, por encima de las estimaciones de $35.5 mil millones. Las ganancias diluidas por acción fueron de $2.40, también superando las expectativas de Wall Street.
Estos resultados llegan en un momento en que crecen las preocupaciones sobre el impacto de un potencial nuevo régimen arancelario de los EE. UU. bajo el presidente Donald Trump, quien esta semana prometió imponer aranceles a los fabricantes de semiconductores de Taiwán. La cadena de suministro de Apple depende en gran medida de exportadores en Asia.
Parekh se abstuvo de comentar sobre los riesgos potenciales de aranceles, diciendo que la compañía estaba “monitoreando de cerca la situación”.
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