Residentes atrapados en los techos en Río Grande do Sul.

Al menos seis personas han fallecido y más de una docena están desaparecidas después de que las tormentas causaran inundaciones en el estado sureño brasileño de Rio Grande do Sul.

Helicópteros están sobrevolando la región en busca de personas que han quedado atrapadas.

En algunas áreas, las inundaciones son tan severas que los helicópteros no han podido aterrizar y han tenido que izar a los residentes para ponerlos a salvo.

El gobernador del estado ha solicitado ayuda al gobierno federal.

“Presidente Lula, por favor envíe inmediatamente el máximo apoyo aéreo posible para RS [Rio Grande do Sul]. Necesitamos rescatar a cientos de personas en docenas de municipios que se encuentran en emergencia debido a las intensas lluvias que ya han caído y que continuarán cayendo en los próximos días,” escribió el Gobernador Eduardo Leite en X, anteriormente conocido como Twitter.

El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva respondió, diciendo que el gobierno federal se unirá a los esfuerzos del gobierno estatal y los municipios para superar este momento difícil, que es el resultado del cambio climático que afecta al planeta.

Según funcionarios, seis personas perdieron la vida. Dos personas murieron cuando el auto en el que iban fue arrastrado por las aguas en la pequeña localidad de Paverama. Otra falleció en un deslizamiento de tierra en Salvador do Sul.

Dieciocho personas siguen desaparecidas. La alcaldesa de Sinimbu dijo al sitio de noticias G1 que su pueblo estaba viviendo “una pesadilla”.

En Candelária, los residentes se refugiaron en los techos de sus hogares mientras estos se llenaban de agua.

Puentes han colapsado y más de 20 calles se han vuelto intransitables, dificultando que los servicios de emergencia lleguen a las áreas afectadas.

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Los meteorólogos han predicho que seguirán cayendo más lluvias en la región a medida que avanza un frente frío.

El año pasado, más de 30 personas murieron en un ciclón en Rio Grande do Sul.

El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil atribuyó la intensificación y frecuencia de las lluvias al fenómeno meteorológico El Niño.

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