Según la agencia de noticias del Líbano, cientos de miembros del grupo armado libanés Hezbollah resultaron heridos después de que los localizadores de mano que utilizan para comunicarse explotaran. Videos y fotos en las redes sociales parecían mostrar hombres heridos sentados o tendidos en el suelo y otros siendo llevados rápidamente a hospitales. Imágenes de CCTV no confirmadas mostraron explosiones en tiendas. Un oficial de Hezbollah dijo a la agencia de noticias Reuters que esto constituía la “mayor violación de seguridad hasta ahora” desde que las hostilidades con Israel se intensificaron hace 11 meses paralelamente a la guerra en Gaza. No hubo comentarios inmediatos del ejército israelí. Sin embargo, los hechos ocurrieron horas después de que el gabinete de seguridad de Israel hiciera de la vuelta segura de 60,000 residentes desplazados en el norte por ataques de Hezbollah un objetivo oficial de guerra. “El gabinete de seguridad ha actualizado los objetivos de la guerra para incluir lo siguiente: Devolver a los residentes del norte a sus hogares de manera segura”, dijo la oficina del primer ministro. “Israel seguirá actuando para implementar este objetivo”. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo el lunes que la única forma de devolver a los residentes del norte de Israel era a través de “acción militar”, durante una reunión con el enviado de EE. UU. Amos Hochstein. “La posibilidad de un acuerdo se está agotando mientras Hezbollah continúa ‘atándose’ a Hamas y se niega a poner fin al conflicto”, dijo un comunicado de su oficina. Israel ha advertido repetidamente que podría lanzar una operación militar para alejar a Hezbollah de la frontera. Ha habido intercambios casi diarios de fuego en la frontera desde el día después del inicio de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza el 7 de octubre. Hezbollah ha dicho que está actuando en apoyo al grupo palestino. Ambos son respaldados por Irán y considerados organizaciones terroristas por Israel, el Reino Unido y otros países. Desde octubre, al menos 589 personas han muerto, la gran mayoría de ellas combatientes de Hezbollah, según el ministerio de salud del Líbano. En el lado israelí, 25 civiles y 21 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto, según el gobierno israelí.