Pero esta vez, dice, vio una reacción contraria. “Está bien, solo los bloquee”, dice. “Algunos de mis amigos me quitaron de amigos porque tienen opiniones diferentes. Pero qué puedo hacer? Creo que estoy haciendo lo correcto. Quiero ser un modelo a seguir para mi hija”.
Es una señal de esperanza para ucranianos como Vita Golod, que quieren influir en la opinión china. Ella estaba en Kiev cuando estalló la guerra y decidió usar su fluidez en mandarín para traducir noticias ucranianas al chino para compartirlas en redes sociales.
“Queríamos que la gente conociera la verdad sobre esta guerra, porque sabíamos que en ese momento no había agencias ucranianas de medios ni puntos de venta en China”, le dijo a la BBC en una visita a Beijing. Ahora es la presidenta de la Asociación Ucraniana de Sinólogos.
“Fue duro emocionalmente para ser honesta, y tomó mucho tiempo”, dice. Un equipo de unas 100 personas tradujo noticias oficiales, discursos del presidente Zelensky y las historias de ucranianos comunes atrapados en la zona de guerra, agregó.
Ella dice que espera organizar una visita a Ucrania para académicos chinos para que puedan ver la destrucción por sí mismos, y eventualmente ayudar a ejercer presión sobre Rusia. Se da cuenta de que este es un objetivo ambicioso, pero quiere intentarlo. Su hermano está en la primera línea y sus padres todavía viven en su ciudad natal cerca de Bucha.