Sin embargo, para muchas familias como la de Ohad, incluso para aquellas cuyos seres queridos fueron liberados, la alegría por su liberación se mezcló con una profunda tristeza por los más de 200 que se cree todavía están en Gaza. Algunas familias fueron separadas, con mujeres y niños enviados a casa mientras los parientes varones permanecían atrás, incluido Abraham Munder, de 78 años, el abuelo de Ohad.
“Estamos felices, pero no estamos celebrando. Todavía hay otros rehenes en cautiverio”, dijo Roy Zichri, el hermano de Ohad, en un comunicado en video. “Tenemos que seguir luchando hasta que todos los rehenes sean liberados, cada uno de ellos”, agregó.
Yaffa Adar, de 85 años, fue capturada en Nir Oz y fue llevada en scooter hacia la Franja de Gaza por sus captores en una de las imágenes más emblemáticas del asalto. Fue liberada el viernes, mientras que uno de sus ocho nietos, Tamir, sigue siendo retenido en Gaza, según su familia.
“Una piedra ha sido eliminada de nuestro corazón, pero todavía nos faltan partes”, dijo Moran Aloni, cuya hermana y sobrina fueron liberadas el viernes, pero que todavía tiene varios parientes retenidos como rehenes en Gaza.
El profesor Gilat Livni, quien supervisa el tratamiento de los niños rehenes devueltos en el hospital infantil Schneider, dijo que los cuatro niños israelíes que habían regresado estaban “en general en buenas condiciones” a pesar del trauma por el que habían pasado.
“Tanto las madres como los niños están hablando, contando historias y compartiendo sus experiencias”, dijo el profesor Livni a los reporteros, calificándolo de “asombroso y emocionante”.
Sin embargo, los rehenes devueltos ahora requieren un período prolongado de rehabilitación física y mental, dijo Hagai Levine, un médico que asesora a las familias de los rehenes retenidos en Gaza.
“Es un largo proceso de restaurar un sentido de confianza, control y funcionamiento, después de estar en una situación en la que no tenían control sobre su destino”, dijo el Dr. Levine, agregando que muchos de los rehenes liberados no tenían un hogar al cual regresar, lo que complicaba su recuperación.
Antes del alto al fuego temporal, Hamás liberó a cuatro israelíes, citando “razones humanitarias”. El Dr. Levine conoció al menos a dos de ellos: Judith Raanan, una ciudadana estadounidense-israelí, y Yocheved Lifshitz.
“Me impresionó su capacidad no solo para recuperarse, sino para ofrecer ayuda a otras familias”, dijo el Dr. Levine. “Pero el proceso es largo y definitivamente hay traumas que enfrentar”, agregó.