Las autoridades en Níger han declarado un toque de queda en la región volátil de Tillaberi después de que varios presos escaparon de una cárcel fuertemente fortificada conocida por albergar yihadistas. El incidente ocurrió el jueves en la prisión de Koutoukale, ubicada a unos 50 kilómetros al noroeste de la capital, Niamey, dijo el ministerio del interior. Dos intentos de fuga en la instalación, en 2016 y 2019, fueron repelidos. Las fuerzas armadas de Níger están sobrecargadas por los ataques yihadistas en el oeste y protegiendo a la junta que tomó el poder en el golpe del año pasado. El ministerio no especificó en su comunicado cuántos presos lograron escapar en la última fuga. Sin embargo, se cree que entre ellos hay combatientes islamistas capturados de grupos vinculados tanto a Al-Qaeda como al Estado Islámico en la región. Los funcionarios han impuesto un toque de queda nocturno en toda la región de Tillaberi y han ordenado una vigilancia reforzada. El toque de queda restringe todo movimiento de peatones, bicicletas y vehículos motorizados. Níger y sus vecinos – Mali y Burkina Faso, todos bajo régimen militar, han estado luchando por contener los cada vez más frecuentes ataques yihadistas. El lunes, al menos 14 soldados murieron y otros 11 resultaron heridos en un ataque por presuntos grupos yihadistas vinculados a Al-Qaeda en la región de Tillaberi. Las tropas fueron emboscadas entre los pueblos de Ila Fari y Djangore, con 24 soldados aún reportados como desaparecidos. Los tres países liderados por militares han expulsado a los soldados franceses que estaban allí ayudando a combatir a los grupos yihadistas y se han vuelto hacia Rusia en busca de asistencia militar. Miles han perdido la vida en las insurgencias y más de tres millones han sido desplazados, alimentando una profunda crisis humanitaria.