La breakdancer australiana Rachael Gunn dice que la reacción a su actuación en los Juegos Olímpicos ha sido “devastadora”. Gunn – conocida como B-girl Raygun – ha sido objeto de una tormenta en las redes sociales desde el debut del breaking en los Juegos de París la semana pasada. Una petición que pedía disculpas a Gunn, de 36 años, así como al jefe de misión olímpico de Australia, Anna Meares, recibió más de 54,000 firmas antes de ser retirada. En un video de Instagram, Gunn dijo que no se dio cuenta de que su aparición abriría la puerta a tanto odio. El jueves, el director ejecutivo del Comité Olímpico Australiano (AOC), Matt Carroll, dijo que la petición había “despertado odio público sin ninguna base factual”, añadiendo que era “molesta, engañosa y intimidante”. La petición decía que Gunn y la ciclista en pista Meares -quien es dos veces campeona olímpica- deberían pedir disculpas por “intentar confundir al público y socavar los esfuerzos de los atletas genuinos”. Change.org dijo que la petición fue “señalada por desinformación” y retirada después de una revisión. Después de agradecer a sus seguidores, Gunn dijo: “Realmente aprecié la positividad y me alegra haber podido traer algo de alegría a sus vidas, eso es lo que esperaba. Bueno, salí ahí y me divertí, me lo tomé muy en serio. Trabajé duro preparándome para los Juegos Olímpicos y di lo mejor de mí. Realmente. Y me siento honrada de haber sido parte del equipo olímpico australiano, de ser parte del debut olímpico del breaking”.