El exministro de construcción de Serbia fue uno de los arrestados. Goran Vesic renunció en los días posteriores al colapso del toldo en la estación recientemente renovada. Pero negó cualquier culpabilidad. Parece que los fiscales pueden tener una opinión distinta. Dicen que están investigando “actos criminales contra la seguridad pública”. Vesic, sin embargo, ha estado ansioso por presentarse como un testigo cooperativo, en lugar de un presunto delincuente. Los arrestos siguen a un discurso televisado el martes en el que el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, advirtió que habría consecuencias para aquellos responsables del desastre. “15 personas no murieron por su culpa, sino porque alguien no hizo bien su trabajo”, dijo. El problema para el presidente Vucic es que se ha asociado muy estrechamente con la estación de tren de Novi Sad. Es una parada clave en el proyecto emblemático de infraestructura del gobierno: la línea de alta velocidad de Belgrado a Budapest. Vucic inauguró la estación en 2022, junto al primer ministro de Hungría, Viktor Orban. “Este es nuestro camino hacia una Europa moderna, nuestro camino hacia una Serbia mejor y progresiva”, le dijo a la BBC en ese momento.
