La lucha continúa en el sur del Líbano, donde las fuerzas israelíes han instado a los cascos azules de la ONU a abandonar sus posiciones. Un portavoz de Unifil dijo el sábado que se había tomado una “decisión unánime” de quedarse en la región fronteriza.
Por separado, Unifil informó que edificios en una posición en el pueblo de Ramyah sufrieron “daños significativos debido a explosiones por bombardeos cercanos” la noche del viernes.
“Recordamos a todos los actores sus obligaciones de garantizar la seguridad del personal y las instalaciones de la ONU, evitando actividades de combate cerca de las posiciones de Unifil”, dijo la misión.
El viernes, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) reconocieron que sus tropas fueron responsables de un incidente en el que resultaron heridos dos soldados de Sri Lanka, también en Naqoura.
La IDF dijo que los soldados que operaban cerca de la base abrieron fuego después de identificar una amenaza y que el incidente sería investigado “a los niveles más altos”.
El ministerio de Asuntos Exteriores de Sri Lanka dijo que “condenaba firmemente” el ataque.
El jueves, dos cascos azules indonesios resultaron heridos al caer de una torre de observación después de que los tanques israelíes dispararan hacia ella.
Preguntado sobre los incidentes el viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que estaba “absolutamente, positivamente” instando a Israel a dejar de disparar a los cascos azules de la ONU.
Los líderes de Francia, Italia y España también han condenado las acciones de Israel, diciendo en un comunicado conjunto que eran injustificables y deberían terminar inmediatamente.
Anteriormente, la IDF dijo que docenas de proyectiles más cruzaron desde el Líbano hacia Israel el sábado, con varios de ellos interceptados.