Un aliado político acusado de abusos a los derechos humanos. Un nacionalista violento. Un defensor piadoso de los musulmanes. Un fiel seguidor de un presidente popular con pocos logros propios. A lo largo de los años que ha buscado el poder en Indonesia, Prabowo Subianto ha sido llamado todo esto. Ahora se proyecta que sea el próximo presidente del país. Recuentos no oficiales de la elección del miércoles muestran que ganó una victoria decisiva, con casi el 60 por ciento de los votos.
Durante la campaña, el Sr. Prabowo prometió repetidamente que continuaría el camino y las políticas trazadas por Joko Widodo, el popular presidente saliente. Eso significaría repartir miles de millones de dólares en programas de bienestar como almuerzos escolares, atención médica y vivienda. El Sr. Joko, que había vencido al Sr. Prabowo en elecciones anteriores, y está programado para dejar el cargo en octubre, parecía también apoyar a su antiguo rival a través de su hijo, Gibran Rakabuming Raka, quien será el vicepresidente del Sr. Prabowo.
Pero sigue sin estar claro qué tipo de líder será el Sr. Prabowo, de 72 años. En el pasado, ha cuestionado la necesidad de democracia y es conocido por su temperamento volátil y su comportamiento errático. Durante esta campaña, insistió en que estaba comprometido con la democracia.
“Con Prabowo, no confiamos en él, por lo que la opinión pública le dará mucho menos espacio para maniobrar”, dijo Dewi Fortuna Anwar, quien fue asesora principal del vicepresidente indonesio en la década de 2000. “Probablemente esté ansioso por demostrar sus credenciales democráticas”.
El futuro de Indonesia es crucial para el mundo. Con una población de aproximadamente 270 millones, es el cuarto país más poblado del mundo y tiene un gran papel que desempeñar tanto en la geopolítica como en el cambio climático. Es el mayor exportador de carbón y tiene grandes depósitos de níquel, un componente clave en las baterías de coches eléctricos.
Traducción: Rafael Vélez
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