Los analistas de Wall Street generalmente esperan que las acciones registren otro año de ganancias en 2025, ya que una economía fuerte y la disminución de las tasas de interés impulsan las ganancias corporativas.
Se espera que la brecha entre los Siete Magníficos y el resto del mercado se reduzca a medida que más empresas comiencen a cosechar los beneficios de la inteligencia artificial.
Las acciones de pequeñas y medianas empresas podrían tener un buen desempeño en el próximo año gracias a las tasas de interés más bajas, así como a un entorno regulatorio más fácil bajo el próximo presidente Donald Trump.
Sin embargo, algunos analistas advierten que la volatilidad del mercado podría aumentar después de que Trump regrese a la Casa Blanca debido a la incertidumbre sobre cómo su enfoque político podría afectar la economía.
Las acciones acaban de tener un año excepcional, y Wall Street está optimista de que las acciones estadounidenses continuarán subiendo en 2025.
El S&P 500 ganó un 23% en 2024 después de subir un 24% el año anterior, su primer período de dos años con rendimientos del +20% desde finales de la década de 1990. Se espera que las ganancias no sean tan sólidas en 2025, pero los observadores del mercado dicen que las perspectivas son generalmente positivas.
Aquí hay algunas de las cosas que los analistas dicen que puedes esperar del mercado de valores en el próximo año.
Se espera que las ganancias corporativas sean el principal impulsor de los rendimientos de las acciones en 2025.
El crecimiento de las ganancias ha sido estrecho en los últimos dos años. El aumento del gasto en inteligencia artificial y una serie de recortes de costos han ayudado a que las ganancias de las megaempresas tecnológicas se disparen. Mientras tanto, el S&P 493, o el S&P 500 sin los Siete Magníficos, vio que las ganancias se redujeron en 2024, aunque los analistas de JPMorgan esperan que el grupo registre un crecimiento de las ganancias de dos dígitos en 2025.
Se espera que el crecimiento agregado de las ganancias de los Siete Magníficos siga superando al resto del índice, aunque por el margen más estrecho en siete años, según las previsiones de Goldman Sachs.
Esa es una de las razones por las que los analistas de Bank of America esperan que el S&P 500 igualmente ponderado supere a su contraparte ponderada por capitalización.
La inteligencia artificial ha sido la palabra de moda en Wall Street durante más de dos años, y los analistas ven que eso continuará.
“Vemos que la implementación y adopción de la inteligencia artificial crea oportunidades en todos los sectores,” escribieron analistas de BlackRock en su perspectiva para 2025.
Los analistas de Goldman tienen expectativas similares. Dicen que la fiebre de la inteligencia artificial ha pasado por dos “fases”: “Fase 1” se centró únicamente en Nvidia (NVDA), cuyas avanzadas chips la convirtieron en el principal impulsor del auge de la inteligencia artificial; “Fase 2” fue ligeramente más expansiva e incluyó empresas que eran esenciales para la implementación de la infraestructura de inteligencia artificial.
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Los analistas de Goldman predicen que 2025 traerá la “Fase 3”, en la que los inversores dirigirán su atención a empresas que monetizan la inteligencia artificial. Esperan que las empresas de software y servicios sean las principales beneficiarias de la próxima fase de la evolución de la inteligencia artificial, y nombraron empresas que van desde gigantes tecnológicos como Apple (AAPL) y Salesforce (CRM) hasta pequeñas empresas como Yext (YEXT) y Box (BOX) como selecciones estratégicas de acciones.
Algunos analistas esperan un renacimiento de las empresas pequeñas y medianas, aunque señalan que podría detenerse o retrasarse fácilmente.
Las empresas más pequeñas dependen más de deudas a tasa flotante, lo que significa que se benefician más cuando las tasas de interés disminuyen, y se espera que la Reserva Federal continúe reduciendo las tasas. También es menos probable que las empresas pequeñas operen internacionalmente en comparación con las grandes empresas, lo que podría protegerlas de tensiones geopolíticas y posibles tensiones en las cadenas de suministro globales.
Las empresas pequeñas y medianas también podrían beneficiarse de un entorno regulatorio más fácil bajo el próximo presidente Trump, cuya administración se espera que desafíe menos agresivamente las fusiones y adquisiciones corporativas que la administración de Biden.
Sin embargo, las políticas de Trump también podrían frenar o retrasar el repunte de las empresas pequeñas y medianas. Los economistas advierten que las políticas arancelarias y de inmigración de Trump podrían avivar la inflación y mantener elevadas las tasas de interés, un problema tanto para las fusiones y adquisiciones como para los balances de las empresas más pequeñas.
Donald Trump regresará a la Casa Blanca en enero con lo que ha llamado un “mandato histórico” para romper con el statu quo. Ha prometido cambios dramáticos en la política comercial, impuestos, regulación, inmigración y gasto gubernamental.
Los analistas han tenido dificultades para predecir cómo esos cambios afectarán a la economía, en parte por “la fluidez de las posiciones políticas de Trump, su estilo de gobierno poco convencional y la ausencia de marcos detallados y consistentes que guíen sus declaraciones,” escribieron analistas de Charles Schwab en su perspectiva para 2025.
Lo que es seguro es que el año contendrá muchas vueltas y revueltas. El optimismo sobre la economía y el gobierno complaciente de Trump han llevado a las acciones a alcanzar máximos históricos. También están operando con valoraciones históricamente altas, lo que, según los analistas de Goldman, “típicamente aumenta la magnitud de la caída del mercado durante un shock”.
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