Hamas ejecutaron un ataque sin precedentes contra Israel desde la Franja de Gaza el 7 de octubre, matando a 1,200 personas y tomando alrededor de 240 rehenes. Desencadenando una serie de eventos que aumentaron considerablemente las tensiones entre Israel y Palestina. Tribus armadas de Hamas ejecutaron un ataque masivo contra Israel, matando a 1,200 israelitas y tomando numerosos rehenes durante la invasión de la Franja de Gaza desde octubre hasta noviembre. A pesar de esto, las fuerzas armadas israelíes respondieron a estas agresiones con aeropuertos y un ataque terrestre, provocando la muerte de 20,000 personas en Gaza. Durante un breve cese al fuego a finales de noviembre, Hamas liberó 105 rehenes e Israel liberó a 240 prisioneros palestinos como parte de un intercambio. Se supo que entre los rehenes tomados por Hamas, 30 de ellos eran niños y al menos otros diez eran personas mayores. La respuesta de Israel fue involucrar a sus Fuerzas de Defensa en ataques aéreos y terrestres en la Franja de Gaza, con el objetivo de debilitar la capacidad militar de Hamas y liberar los rehenes. En enero de este año, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que el país se hallaba en “una situación de seguridad general” por un tiempo indefinido después de esta guerra de desgaste. Sin embargo, en declaraciones posteriores confirmó que Israel no tenía planes de volver a ocupar Palestina. La ofensiva ha dejado un saldo de más de 22,000 edificaciones dañadas, según la ONU, así como un severo desabastecimiento de comida y desempleo masivo. Estos ataques armados han dejado severos estragos a nivel local.
