El presidente Vladimir V. Putin dijo el viernes que buscará otro mandato como líder de Rusia en una elección programada para el 17 de marzo, poniendo en marcha una campaña que se espera ampliamente que resulte en otra victoria.
Con la guerra en Ucrania como telón de fondo, el anuncio del Sr. Putin estuvo cargado de simbolismo. Según Tass, una agencia de noticias estatal rusa, lo hizo durante una ceremonia de premiación militar en el Kremlin, en respuesta a una pregunta hecha por Artyom Zhoga, un oficial militar ruso y funcionario de Donetsk, una ciudad del este de Ucrania.
“No lo voy a ocultar, tuve pensamientos diferentes en diferentes momentos”, dijo el Sr. Putin. “Pero ahora tienes razón, es un momento en el que se debe tomar una decisión”, dijo. “Me presentaré como presidente de Rusia”.
Era un anuncio esperado desde hace mucho tiempo, esperado por observadores al menos desde que la Constitución rusa fue enmendada en 2020 para permitir efectivamente al Sr. Putin permanecer en el poder hasta 2036. Ha dirigido a Rusia como presidente o primer ministro desde 1999.
A pesar de que hay pocas dudas sobre el resultado de la elección, la próxima votación tiene más importancia porque es la primera elección presidencial desde que el Sr. Putin, de 71 años, ordenó la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
Nikolay Petrov, analista del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, dijo: “Esto no es una elección, es la reelección del mismo líder”.
“El Sr. Putin está compitiendo esencialmente consigo mismo, con el Putin más joven”, agregó el Sr. Petrov. “Es importante para él mostrar que no está en un lugar peor que hace 25 años”.
La invasión de Ucrania fue quizás la decisión más consecuente que el Sr. Putin tomó para Rusia durante sus 23 años en el poder. También ordenó una impopular campaña de movilización el año pasado, en la que cientos de miles de hombres fueron llamados a luchar en la guerra.
Hasta ahora, el conflicto no ha tenido gran relevancia en las apariciones públicas del Sr. Putin en los meses previos a la elección, una estrategia que los observadores dicen que es intencional.