Putin acaba de darle a la red de espías rusa posterior a la KGB un nuevo trabajo.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha encargado a la red de espionaje FSB de Rusia ayudar a las empresas a contrarrestar las sanciones occidentales.

Esta decisión sigue a un aumento de la actividad de espionaje ruso desde que Rusia inició la guerra en Ucrania.

Demuestra cómo Moscú busca contrarrestar las restricciones comerciales cada vez más estrictas impuestas por Occidente.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, acaba de darle una tarea a la red de espionaje del KGB post-soviético de Rusia: contrarrestar las sanciones occidentales y ayudar a las empresas rusas a expandirse en nuevos mercados.

El martes, Putin, un ex agente del KGB, llamó a la red de espionaje del Servicio Federal de Seguridad, o FSB, a “apoyar a nuestras compañías que están desarrollándose activamente a pesar de los obstáculos creados para ellos, y que están explorando nuevos mercados pero se enfrentan a acciones abiertamente hostiles” por parte de Occidente, informó Reuters.

Las instrucciones de Putin al servicio de espionaje en su reunión anual en Moscú siguieron a su victoria cuidadosamente planeada en las elecciones presidenciales de Rusia durante el fin de semana.

Esto ofrece una visión de cómo Moscú busca contrarrestar las restricciones comerciales cada vez más estrictas impuestas por Occidente.

La economía de Rusia parece ser resistente dos años después de iniciar la guerra en Ucrania. El PIB de Rusia creció un 3.6% en 2023 y el Fondo Monetario Internacional espera que su economía crezca un 2.6% este año. El desempleo está en mínimos históricos y los salarios están aumentando.

Rusia ha logrado mantener su economía activa pivotando su comercio hacia mercados alternativos como India, China e Irán. Incluso está construyendo líneas ferroviarias para crear lo que un analista llamó “una ruta comercial para parias” con el fuertemente sancionado Irán.

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Sin embargo, Occidente está cerrando lagunas en su régimen de sanciones y aumentando la presión sobre las empresas globales que aún hacen negocios con Rusia.

El martes, Putin mismo admitió que las sanciones han creado “problemas temporales para nosotros”, pero añadió que estaba seguro de que “de todos modos se hará todo”.

La actividad de espionaje de Rusia ha alcanzado los niveles más altos desde la Guerra Fría tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú, informó el Financial Times a principios de este mes, citando a oficiales de inteligencia occidentales no identificados.

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