Primeros arrestos realizados después de los atentados suicidas en Irán, dice el ministro.

Se han realizado los primeros arrestos relacionados con las explosiones suicidas en Irán que dejaron más de 80 muertos hace dos días, dijo el ministro del Interior Ahmad Wahidi.

Según la agencia de noticias iraní Tasnim, el servicio secreto arrestó a los sospechosos en cinco provincias.

La cifra de muertos del ataque reclamado por el Estado Islámico aumentó de 84 a 89 el viernes, según los medios estatales.

En una ceremonia de luto por las víctimas en la ciudad sureña de Kerman, representantes del liderazgo iraní amenazaron a sus enemigos.

El presidente Ebrahim Raisi dijo: “Tengan la seguridad de que el poder de iniciativa está en manos de nuestras tropas ordenadas por Dios”. Como es habitual, los discursos estuvieron acompañados de gritos de “Muerte a Israel” y “Muerte a Estados Unidos”.

La milicia terrorista Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque. Según el grupo militante musulmán suní, dos atacantes suicidas detonaron sus cinturones explosivos durante las ceremonias de luto el miércoles para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte del general iraní Qassem Soleimani.

Fue el ataque más mortífero en los 45 años de historia de la República Islámica. Según informes de los medios iraníes, una docena de niños menores de 15 años se encontraban entre los muertos.

El Estado Islámico considera que la mayoría chiíta predominante en Irán es apóstata del Islam y los desprecia.

Sin embargo, Rita Katz, jefa del Grupo de Inteligencia SITE, especializado en propaganda extremista, considera que la influencia del Estado Islámico en la región es limitada.

El Estado Islámico no tiene un líder reconocible y no tiene un cuartel general central, escribió la experta en un análisis. Según ella, la organización islamista por lo tanto “no tiene perspectivas a corto plazo de recuperar la posición que una vez tuvo en Medio Oriente”.

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Una vista de la escena después de las explosiones en una ceremonia conmemorativa junto a la tumba del jefe de operaciones extranjeras de los Guardianes de la Revolución de Irán, el general iraní Qasem Soleimani en la mezquita de Saheb al-Zaman. Con alrededor de 100 muertos, el gobierno de Irán calificó las explosiones como un ataque terrorista. Las causas del ataque más mortífero en los 45 años de historia de la República Islámica siguen sin estar claras. Fars/ZUMA Press Wire/dpa