Casi dos meses después de someterse a una cirugía abdominal, Catalina, la princesa de Gales, apareció en una fotografía oficial, publicada el domingo por el Palacio de Kensington para conmemorar el Día de la Madre en Gran Bretaña.
Catalina, quien posó con sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, no había sido vista en público desde antes de ingresar al hospital el 16 de enero, lo que provocó una serie de rumores cada vez más descabellados en las redes sociales sobre su condición.
La imagen de una sonriente Catalina, rodeada por su familia, probablemente calmará lo que se había convertido en una extraordinaria distracción para la familia real británica, que también está lidiando con un diagnóstico de cáncer para el rey Carlos III. Pero no disipó completamente las preguntas sobre la princesa de 42 años.
El Palacio de Kensington, donde Catalina y su esposo, el príncipe Guillermo, tienen sus oficinas, no reveló nuevos detalles sobre su condición o convalecencia. Dijo que la fotografía fue tomada por Guillermo la semana pasada en Windsor, donde la familia vive en la Casa Adelaide, en los terrenos del Castillo de Windsor.
En una publicación en redes sociales acompañando la fotografía, Catalina dijo: “Gracias por sus amables deseos y continuo apoyo durante los últimos dos meses. Deseando a todos un feliz Día de la Madre.”
La prensa británica se ha debatido sobre cómo cubrir a Catalina, dividida entre un público voraz por noticias sobre una futura reina y la costumbre británica de dar incluso a figuras públicas el derecho a la privacidad en asuntos de salud.
El Palacio de Kensington no ha revelado casi ninguna información sobre la cirugía o recuperación de Catalina, diciendo solo que no volverá a sus deberes oficiales hasta después de Pascua. La última vez que se la vio en público fue el Día de Navidad en Sandringham, la residencia campestre de la familia real, donde asistió a servicios religiosos con su familia.
Catalina no fue vista saliendo de la Clínica de Londres, en el barrio de Marylebone de la ciudad, el 29 de enero, donde pasó 13 días después de la cirugía. No hubo fotos de su esposo o hijos visitándola en el hospital, y solo hubo una sola imagen de Guillermo conduciendo cerca del hospital durante ese período.
Por el contrario, Charles fue fotografiado saliendo del mismo hospital después de ser tratado por una próstata agrandada. Los médicos descubrieron que tenía cáncer durante ese procedimiento, anunció posteriormente el Palacio de Buckingham. La revelación rompió la tradición de la familia de ser reacia a hacer públicos los problemas de salud.
Pero el palacio también ha dejado preguntas sobre el rey, sin especificar qué tipo de cáncer tiene ni su pronóstico. Aunque ha suspendido las apariciones públicas para someterse a un tratamiento semanal, Carlos ha continuado trabajando. Fue fotografiado manteniendo su reunión semanal con el primer ministro Rishi Sunak y hablando por videoconferencia con el primer ministro Justin Trudeau de Canadá.
Los problemas de salud de Carlos y Catalina han hecho de este un invierno preocupante para la familia real. Sus filas ya se han reducido por la muerte de la reina Isabel II en 2022 y su esposo, el príncipe Felipe, un año antes, así como por la amarga separación con el príncipe Harry y su esposa, Meghan, quienes se mudaron a California en 2020.
La mañana del sábado, un automóvil chocó contra la puerta principal del Palacio de Buckingham. Ni Carlos ni su esposa, la reina Camila, estaban allí en ese momento, informó el palacio el domingo, agregando que la policía había arrestado al conductor. Los periódicos de Londres publicaron imágenes de una figura arrodillada, rodeada por agentes de policía que gritaban: “Mantén las manos en la cabeza.” La policía no citó un motivo.
Las preguntas sobre Catalina alcanzaron un punto álgido la semana pasada con la foto de paparazzi, lo que provocó un debate en las redes sociales sobre si realmente era ella. También hubo confusión sobre un anuncio del Ejército Británico de que Catalina asistiría a Trooping the Color, una ceremonia militar que marca el cumpleaños del soberano, en junio.
El Palacio de Kensington presentó objeciones al Ministerio de Defensa, diciendo que solo él confirma las apariciones públicas del príncipe y la princesa de Gales. El ejército retiró el anuncio de su sitio web más tarde ese día.
Con la prolongada ausencia de Catalina, la única pista sobre su condición provino de su tío, Gary Goldsmith, quien apareció la semana pasada en un reality show británico, “Celebrity Big Brother.” Goldsmith, de 58 años, dijo que su sobrina estaba recibiendo “la mejor atención del mundo”, pero no ofreció otros detalles sobre su salud.