Los ocho individuos detenidos para interrogatorio el martes eran personal del albergue Nana Backpackers donde todas las víctimas habían estado hospedadas, según medios locales. Los propietarios del albergue, que ahora está cerrado, previamente han negado servir alcohol ilícito. Hablando en el Aeropuerto de Melbourne, el Sr. Jones instó al gobierno en Laos a “continuar con la investigación” del caso, agregando que las familias involucradas intentarán “crear conciencia sobre la intoxicación por metanol”. Los otros cuatro fallecidos han sido identificados como Simone White, una abogada de 28 años del Reino Unido; James Louis Hutson, un estadounidense de 57 años; y las ciudadanas danesas Anne-Sofie Orkild Coyman, 20, y Freja Vennervald Sorensen, 21. El Sr. Hutson fue encontrado muerto en su habitación en el albergue el 13 de noviembre con varios vasos vacíos cerca. En la misma mañana, la Sra. Orkild Coyman y la Sra. Vennervald Sorensen también fueron halladas inconscientes en sus habitaciones y llevadas de urgencia al hospital local. No está claro cuántas otras personas pueden haberse enfermado por la intoxicación supuesta y una investigación sobre las muertes continúa. El gerente del albergue estuvo entre varias personas interrogadas por la policía la semana pasada. Anteriormente, le dijo a la Associated Press que la Sra. Jones y la Sra. Bowles habían sido las únicas turistas en hospedarse en el lugar que se habían sentido mal después de beber chupitos gratis antes de salir por la noche. El metanol – que comúnmente se encuentra en productos industriales y domésticos como diluyentes de pintura – es una sustancia química incolora a veces usada en alcohol adulterado. Consumir apenas 25ml – lo que equivale a aproximadamente medio chupito – puede ser letal, pero puede tardar hasta 24 horas en que las víctimas empiecen a mostrar síntomas de enfermedad, como vómitos y dolor abdominal. La intoxicación por metanol ha sido un problema en el Sudeste Asiático, particularmente en los países más pobres a lo largo del río Mekong, y la región tiene la mayor prevalencia de incidentes a nivel mundial. La reciente ola de muertes ha puesto en el centro de atención a Vang Vieng – que es una ciudad notoria por sus fiestas – y ha provocado advertencias renovadas de gobiernos de todo el mundo sobre beber licores en Laos.
