CHENNAI, India (AP) — El primer ministro Narendra Modi ha ejercido un control casi total sobre la política india desde que llegó al poder hace 10 años, con una excepción: ha fracasado en ganarse a la próspera región sur del país.
Cinco estados del sur de la India representan aproximadamente el 20% de la población del país y el 30% de su economía. Son el corazón de los sectores manufacturero y de alta tecnología de la India. Son étnicamente diversos y orgullosamente multilingües. Empoderan a las mujeres con oportunidades educativas y laborales y tienen una larga historia de políticas progresistas.
Ninguno de ellos está controlado por el partido Bharatiya Janata de Modi, lo que representa un rechazo contundente de su agenda nacionalista hindú que goza de un amplio apoyo en el norte de la India.
Se espera que el BJP gane las elecciones de la India cuando se anuncien los resultados en junio, entregándole a Modi otros cinco años como primer ministro. Pero también son altas las posibilidades de una fuerte resistencia en el sur. Eso le negaría a Modi su ambición de unir a toda la India detrás de él y limitaría hasta dónde puede impulsar la agenda del BJP de promover una religión y un idioma sobre otros.
“Si concibes una civilización unificada de habla hindi como la razón de tu existencia, entonces eso se convierte en una barrera significativa para cruzar”, dijo el científico de datos y analista político Neelakantan R.S.
Los votantes y líderes de los estados sureños de la India tienen necesidades diferentes a las de sus contrapartes en el norte, que es más rural y poblado. Una de las cosas que desean es un mayor reconocimiento del gobierno de Modi del papel clave que juega su región en el avance de la economía del país.
Sienten que su contribución desproporcionada a la base impositiva de la India es traicionada por el tratamiento preferencial de Modi hacia los estados más pobres del norte, que reciben una cantidad desproporcionada de fondos del gobierno para proyectos de desarrollo y programas de bienestar social.
La inyección de religión de Modi en la política solo exacerba las tensiones con muchos votantes sureños.
A pesar de la fuerte oposición, Modi está haciendo campaña de manera agresiva en el sur. Su objetivo es que el BJP gane suficientes escaños en la cámara baja del parlamento para asegurar una mayoría de dos tercios. Ese poder podría darle al partido la confianza para intentar cambiar la constitución para servir a sus metas centradas en el hinduismo, dijo la analista política Kavitha Muralidharan.
“Una súper mayoría es lo que necesitan para iniciar un experimento Hindutva a gran escala en toda la India”, dijo Muralidharan, refiriéndose a la ideología centenaria que guía a Modi.
ESTRATEGIA SUR DE MODI
Modi ha realizado alrededor de 20 viajes este año a cinco estados sureños: Andhra Pradesh, Karnataka, Kerala, Tamil Nadu y Telangana. Controlan aproximadamente una cuarta parte de los 543 escaños de la cámara baja del parlamento, y si el BJP puede ganar solo unos pocos más que los 29 escaños que ganó de estos estados en 2019, su súper mayoría está al alcance.
Pero los expertos dudan que esto suceda porque los votantes del sur tienen profundas conexiones con los partidos políticos regionales que han dominado durante décadas y son los oponentes electorales más duros del BJP a nivel nacional.
Modi está concentrado en el estado más sureño, Tamil Nadu, donde el BJP no ganó ninguno de sus 39 escaños en juego en las elecciones de 2019.
En una visita reciente allí, Modi vistió la vestimenta tradicional del estado, un veshti blanco, y usó un software de inteligencia artificial para traducir sus discursos en tiempo real del hindi al tamil.
“Como la lengua más antigua del mundo, el tamil nos llena de un inmenso orgullo”, dijo Modi recientemente, haciendo un aparente esfuerzo por frenar los rumores de que el BJP quiere imponer el hindi en el estado.
Sin embargo, Dileep Kumar, un ingeniero en informática en Bengaluru, dijo que los votantes en Tamil Nadu están cautelosos. “No puedo ir y decirle a un tipo hindi, hermano, por favor, deja tu hindi y comienza a hablar en tamil. Eso no va a funcionar, ¿verdad?” dijo.
Un candidato del BJP que se postula para el parlamento en la capital del estado, Chennai, cree que el partido tiene la mejor oportunidad de ganar apoyo en años.
“Sus visitas frecuentes nos están ayudando”, dijo Tamilisai Soundararajan. “La gente aquí estaba electrificada cuando vieron al primer ministro”.
Pero la titular contra la que compite está escéptica. La política centrada en los hindúes no resonará en un lugar con una larga historia de movimientos de justicia social y derechos iguales, dijo Thamizhachi Thangapandian, una profesora universitaria jubilada que es miembro del partido Dravida Munnetra Kazhagam, el rival más fuerte del BJP en Tamil Nadu.
El ritmo de tambores y fuegos artificiales dio la bienvenida a Thangapandian mientras saludaba a los votantes recientemente al montar un tuk-tuk descubierto por los callejones de Chennai. Los logros de su partido resonaron a través de un conjunto de altavoces, incluida una referencia a mantener fuera del BJP a los “locos religiosos”.
Modi menciona con regularidad en la campaña la reciente construcción de un templo hindú sobre una mezquita derrumbada, pero el tema no anima a los votantes en el sur de la India como en otros lugares.
El sur de la India alberga algunos de los templos más visitados del país y tiene millones de devotos hindúes. Lo que lo distingue, dicen los expertos, es que la religión no se ha convertido en un arma para obtener ganancias políticas.
“La gente es religiosa aquí”, dijo Muralidharan, la analista política. “Pero eso no se convierte en un frenesí”.
La religiosidad fanática del BJP pone nerviosos a los líderes de la región debido a su potencial para crear una “perturbación en la paz” en un lugar con una reputación global como un buen lugar para hacer negocios, dijo G Sundarrajan, un emprendedor de robótica en Chennai, donde Hyundai y Foxconn (el fabricante de los iPhones de Apple) tienen fábricas.
“Los inversores prefieren Tamil Nadu precisamente porque es pacífico, tiene una gran fuerza laboral educada y cuenta con el apoyo del gobierno local”, dijo.
Modi atenúa su retórica hindú-nacionalista al visitar el sur, centrándose en cambio en la economía en sus discursos. Por ejemplo, ha prometido construir una línea de tren de alta velocidad que pasaría por el sur de la India y ayudar a desarrollar la pesca y la fabricación de automóviles.
TENSIÓN SOBRE LA REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
La economía del sur de la India está más industrializada que la del norte, sus ciudades están más urbanizadas y su juventud está más educada.
Las ciudades sureñas de la India también se han convertido en un imán para empresas tecnológicas globales que buscan diversificarse más allá de China, incluidas Apple y Google. El vasto potencial de la economía de la India, actualmente la quinta más grande del mundo, es motivo de orgullo para Modi.
Pero los líderes políticos del sur de la India se sienten defraudados por Modi.
Tamil Nadu, el segundo estado más rico de la India, recibe mucho menos a cambio por cada rupia en impuestos que paga en comparación con los estados más pobres del norte como Uttar Pradesh o Bihar, que reciben inversiones del gobierno equivalentes a dos o tres veces la cantidad que pagan en impuestos.
Esta tensión sobre la redistribución de la riqueza del sur al norte existía mucho antes de que Modi llegara al poder. Pero el BJP lo ha empeorado.
Los líderes del sur creen que las prioridades de Modi están en el norte, de donde obtiene la mayor parte de su apoyo. Les preocupa que el gobierno del BJP arrebatará incluso más poder de toma de decisiones a los estados si su mayoría crece, dijo Muralidharan.
Los líderes sureños han protestado contra el gobierno de Modi por retrasar la financiación del desarrollo, por mal usar las agencias federales para atacar a oponentes políticos en la región y por no enviar suficiente ayuda de emergencia después de desastres naturales.
Y creen que su lucha contra el BJP y Modi es existencial.
“En el sur de la India, la amenaza de ser reducidos a un estado vasallo es un problema grave”, dijo Neelakantan, el analista político.
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Pathi informó desde Nueva Delhi.