“Se trata de alejarse de este ideal de ‘jefa’ que hemos visto durante muchos años, donde hay demandas muy altas de éxito en todos los aspectos de la vida”, explica Johanna Göransson, una investigadora para Ungdomsbarometern.
No hay datos oficiales sobre el número de jóvenes “chicas suaves” que dejan completamente el trabajo y viven de sus parejas como la Sra. Larsson, y la Sra. Göransson dice que probablemente sea una pequeña proporción.
Pero sin embargo, se ha convertido en un importante tema de discusión en Suecia, desde artículos de opinión en periódicos de gran formato, hasta mesas redondas en Almedalen – un gran evento político transversal anual – y en la televisión pública sueca.
Gudrun Schyman – la cofundadora y ex líder del partido feminista de Suecia Feministiskt initiativ – dice que ha participado en debates recientes sobre el tema. Ella cree que las mujeres que viven de la riqueza de sus parejas es “muy peligroso” y “un paso atrás” para la igualdad de género.
La Sra. Schyman argumenta que los jóvenes suecos han sido influenciados por el gobierno de coalición de derecha del país, que colabora con el partido nacionalista Democratas de Suecia, así como por el “desarrollo más amplio” del populismo en Europa y los Estados Unidos.
También cree que hay una falta de conciencia sobre la vida en Suecia antes de que adoptara políticas destinadas a promover la igualdad de género, como la guardería altamente subsidiada y el permiso parental compartido. “Las mujeres jóvenes de hoy no llevan la historia de cómo las mujeres tuvieron que luchar por sus derechos: el derecho a trabajar, el derecho a tener un salario y el derecho a la independencia económica.”