Las llamadas para que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés pronto han estado aumentando.
La resistencia a estas llamadas parece ser la sugerencia de que un recorte inicial de tasas representaría un cambio monumental hacia una política monetaria acomodaticia en un momento en que las preocupaciones sobre la inflación no han sido completamente disipadas.
Pero no me resulta obvio que un recorte de tasas sea tan importante como para justificar un obstáculo extraordinariamente alto para que ocurra, especialmente con las tendencias de actividad económica enfriándose.
“Sigan adelante”, dice Neil Dutta de Renaissance Macro, quien ha estado liderando entre sus pares con esta llamada.
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) se reúne para su reunión de política monetaria este próximo martes y miércoles. Aunque es poco probable que el banco central anuncie un recorte de tasas al final de esta reunión, podría utilizarla para señalar cambios futuros en la política.
“La Fed está cerca de comenzar a recalibrar la política monetaria”, escribió Dutta en una nota a los clientes el lunes. “Los comentarios recientes apuntan firmemente a un recorte de tasas en septiembre, con la reunión de julio utilizada para preparar a los mercados para una serie de recortes en el horizonte”.
A pesar de las preocupaciones sobre un primer recorte de tasas, la evidencia sugiere que estamos experimentando un escenario positivo de “aterrizaje suave” donde la inflación se enfría a niveles gestionables sin que la economía tenga que sumergirse en una recesión.
Esta situación se produce a medida que la Reserva Federal continúa aplicando una política monetaria muy restrictiva en su esfuerzo continuo por controlar la inflación. Aunque es cierto que la Fed ha adoptado un tono menos agresivo en 2023 y 2024 que en 2022, la inflación aún debe mantenerse baja por un tiempo antes de que el banco central esté cómodo con la estabilidad de precios.
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