El Papa Francisco, quien a menudo ha parecido disfrutar confundiendo y sorprendiendo a otros, está de nuevo en ello. Muchas veces a lo largo de los años, ha parecido sugerir que se está desacelerando, solo para intensificar nuevamente sus actividades. A sus casi 88 años, tiene un problema de rodilla que afecta la movilidad, problemas abdominales causados por la diverticulitis y es vulnerable a problemas respiratorios debido a la extirpación de la mayor parte de uno de sus pulmones. El otoño pasado, el Papa dijo que sus problemas de salud significaban que los viajes al extranjero se habían vuelto difíciles. Poco después, cuando canceló un viaje a los Emiratos Árabes Unidos, generó una mayor especulación sobre la extensión de sus dificultades médicas. Pero eso fue entonces. Ahora, se encuentra en medio de la visita extranjera más larga de su pontificado de 11 años y medio. Ha sido una llena de compromisos, y además de Timor-Leste, involucra a tres países -Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Singapur- en los que los católicos son una minoría. ¿Por qué viaja tan extensamente y tan lejos de su hogar?.