Según la constitución de Suecia, revocar la ciudadanía actualmente no está permitido y se llevará a cabo una votación el próximo año en el parlamento sobre cambiar las leyes. Sin embargo, los partidos de oposición de centro-izquierda dicen que revocar la ciudadanía de criminales de pandillas sería un paso demasiado lejos. Por otro lado, los partidos de gobierno de centro-derecha de Suecia, respaldados por los más radicales Democratas de Suecia anti-inmigración, quieren los cambios para abordar el dramático aumento de la criminalidad de pandillas y la alta tasa de asesinatos con armas de fuego. El gobierno señala a Dinamarca, donde la ciudadanía ya se puede quitar por un acto que sea “gravemente perjudicial para los intereses vitales del estado”. Suecia también ha endurecido las reglas para solicitar la ciudadanía, exigiendo que los solicitantes hayan vivido en el país durante ocho años en lugar de cinco. El Ministro de Migración, Johan Forssell, destacó que se han reportado 600 casos de personas que solicitan la ciudadanía y son consideradas una amenaza para la seguridad nacional, y que se debe sentir orgulloso de ser sueco. El líder de los Demócratas de Suecia, Jimmie Akesson, quiere que los nuevos ciudadanos juren lealtad a Suecia. Los cambios propuestos llevarían a Suecia a estar más en línea con otros países europeos, según la autora de la investigación, Kirsti Laakso Utvik.