Penny Mordaunt clava sus tacones de aguja en la espalda del primer ministro. Sunak debería verla como una amenaza | Noticias de Política

Se informó el fin de semana pasado que aliados de Penny Mordaunt afirmaron que Downing Street la mantenía “en una caja” durante la campaña electoral porque el equipo de Rishi Sunak la ve como una amenaza.
Bien, después de su impresionante actuación en un debate televisivo contra políticos de seis partidos de oposición, la Líder de la Cámara está bien y verdaderamente fuera de su caja ahora. Y no debe ser puesta de nuevo en ella.
Sus primeras palabras en este enfrentamiento de 90 minutos fueron explosivas. La primera ministra, declaró, estaba “completamente equivocada” por abandonar temprano las ceremonias del Día D en Normandía. No hay medias tintas ahí.
Dijo que la primera ministra estaba equivocada, no una vez, no dos, sino tres veces. No es de extrañar que el Número 10 la vea como una amenaza. Si esto fue una audición para una candidatura a liderazgo después de las elecciones, sus amigos afirmarán que superó con creces.
Pero una vez que sacó sus tacones negros de la espalda de la primera ministra después de sus comentarios iniciales, Mordaunt fue incansablemente enfocada en golpear a Labor sobre sus políticas fiscales, inmigración y crimen.
Estaba en su faceta más combativa en la polémica alegación de los Tories – hecha por Sunak en su debate televisivo con Sir Keir Starmer el martes – de que Labor está planeando un atraco fiscal de £2,000 por hogar si gana las elecciones.
Este ataque desencadenó el enfrentamiento más acalorado de todo el debate cuando Mordaunt intercambió golpes con Angela Rayner de Labor en materia de impuestos. Fue una discusión que continuó mucho después de que la presentadora Mishal Husain intentara – pero fallara – en detenerlos.
Por el resto del debate, Rayner estuvo un poco más calmada, algo así como Sir Keir había estado contra la primera ministra el martes. Rayner ni siquiera atacó a Sunak sobre el Día D al principio. Como Sir Keir, su adjunta necesita elevar su juego.

LEAR  Puig se prepara para una salida a bolsa de $15 mil millones, pero el CEO Mark Puig tiene un plan de 'auto-desempoderamiento' para evitar que su familia controle el imperio de belleza español.