El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha colocado al Patriarca Kirill de Moscú, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, en su lista de buscados, según la base de datos de personas buscadas del Ministerio del Interior el 16 de diciembre.
El Patriarca Kirill, cuyo nombre de nacimiento es Vladimir Gundyayev, es el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa y un firme partidario del líder ruso Vladimir Putin y de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Según los archivos soviéticos, el obispo fue agente del KGB y espió en Suiza en la década de 1970, utilizando su cargo como representante oficial en el Consejo Mundial de Iglesias.
La base de datos lo describe como una persona “escondiéndose de las autoridades de investigación prejudiciales”,
Se acusa a Kirill de violar el Artículo 110 del código criminal de Ucrania, que se refiere a acciones que infringen la integridad territorial de Ucrania, lo que resulta en “la muerte de personas u otras consecuencias graves”. El cargo lleva consigo una pena de cadena perpetua.
También se le acusa del artículo 437, la “planificación, preparación, desencadenamiento y conducción de una guerra agresiva”, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión.
El SBU anunció los cargos en noviembre debido al hecho de que es “miembro del círculo íntimo del liderazgo militar y político de Rusia y fue uno de los primeros en apoyar públicamente la guerra a gran escala contra Ucrania”.
El Servicio de Seguridad señaló que Krill utiliza a sus subordinados ortodoxos en Rusia, así como a miembros de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana vinculada a Moscú, para difundir propaganda pro-rusa.
La Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú está subordinada a la iglesia rusa y no debe confundirse con la Iglesia Ortodoxa de Ucrania autocéfala (autónoma).
Ucrania ha acusado desde hace mucho tiempo a los representantes del Patriarcado de Moscú en Ucrania de servir como brazo de propaganda del Kremlin en la guerra.
Kirill incluyó narrativas proguerra en sus sermones y otros servicios religiosos, señaló el SBU, llamando la atención sobre su bendición a las tropas de invasión rusas en marzo del año pasado y otros casos vistos como justificación de la invasión rusa.
El Reino Unido lo sancionó en junio de 2022 por respaldar la guerra. Sin embargo, ha evadido las sanciones de la UE debido a las protestas de Hungría.
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