El partido gobernante de Georgia está liderando en las cruciales elecciones parlamentarias del sábado, con alrededor del 70% de las boletas contadas.
La comisión electoral dijo que Georgian Dream – que favorece la cooperación con Rusia – lidera con el 53%, aunque partes de la dividida oposición también estaban reclamando la victoria.
La alianza electoral Unity, que incluye al opositor Movimiento Nacional Unido, supuestamente recibió alrededor del 10% de los votos, detrás del campo de la Coalición por el Cambio con alrededor del 11%.
Pero la Presidenta Salome Zourabichvili, que tiene estrechos lazos con la oposición, dijo en X que los partidos proeuropeos habían recibido el 52% de los votos.
“Estoy orgullosa y confiada en nuestro futuro europeo”, dijo.
La participación electoral fue de alrededor del 59%, según cifras preliminares.
Alrededor de 3.5 millones de ciudadanos fueron convocados a votar tanto en el país como en el extranjero.
Una victoria contundente para Georgian Dream podría amenazar las posibilidades del país de unirse a la Unión Europea después de que el partido promulgara una serie de leyes controvertidas en los últimos años.
Sin embargo, el proceso está en stand by debido a esas leyes controvertidas.
Es por eso que, previo a la votación, fuerzas prooccidentales en particular hablaron de una elección crucial para el país, que se encuentra en una encrucijada y donde tanto Rusia como Occidente tienen una fuerte influencia.
El éxito electoral del partido fundado por el multimillonario Bidzina Ivanishvili podría significar que el país se aleje de la UE y se acerque a una mayor cooperación con su gran vecino Rusia.
Ivanishvili se convirtió en multimillonario a través de negocios en Rusia.
Reportes dispersos de irregularidades
Durante el día del sábado, los medios locales informaron sobre incidentes individuales y conflictos en las mesas de votación.
En la pequeña ciudad de Marneuli, en el sureste del país, un hombre arrojó varias boletas en una urna en un centro de votación, según la Comisión Electoral Central.
Se dijo que los resultados en el centro de votación no serían contados. Tanto la oposición como el gobierno se culparon mutuamente por el incidente.
El Ministerio del Interior inició un procedimiento penal.
Debido a la situación polarizada en el país y a las preocupaciones sobre fraude electoral, muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) desplegaron observadores para monitorear la votación.
Expertos en derecho electoral ya se habían quejado del uso indebido de recursos estatales por parte del partido gobernante.
Alrededor de 500 observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) también están en el terreno. Entregarán su veredicto sobre las elecciones el domingo.
El Primer Ministro Irakli Kobakhidze del partido Georgian Dream emite su voto en una cabina de votación durante las elecciones parlamentarias georgianas. Jay Kogler/SOPA Images via ZUMA Press Wire/dpa