Durante décadas, Apple, Amazon, Google, Microsoft y Meta avanzaron sin muchas reglas ni límites. A medida que su poder, riquezas y alcance crecían, surgieron un creciente número de actividades regulatorias, legislativas y casos legales en su contra en Europa, Estados Unidos, China, India, Canadá, Corea del Sur y Australia. Ahora, finalmente ha llegado el punto de inflexión global para frenar a las mayores empresas tecnológicas.
Las empresas se han visto obligadas a alterar la tecnología cotidiana que ofrecen, incluidos dispositivos y características de sus servicios de redes sociales, lo cual ha sido especialmente notable para los usuarios en Europa. Las compañías también están realizando cambios significativos que son menos visibles, como en sus modelos de negocio, acuerdos y prácticas de intercambio de datos, por ejemplo.
El grado de cambio es evidente en Apple. Mientras que la empresa de Silicon Valley una vez ofreció su App Store como un mercado unificado en todo el mundo, ahora tiene reglas diferentes para los desarrolladores de la App Store en Corea del Sur, la Unión Europea y Estados Unidos debido a nuevas leyes y decisiones judiciales. La compañía eliminó el diseño propio de un cargador de iPhone debido a otra ley de la UE, lo que significa que los futuros iPhones tendrán un cargador que funcione con dispositivos no de Apple.
Las modificaciones significan que las experiencias tecnológicas de las personas diferirán cada vez más según el lugar donde vivan. En Europa, los usuarios de Instagram, TikTok y Snapchat menores de 18 años ya no ven anuncios basados en sus datos personales, resultado de una ley de 2022 llamada Ley de Servicios Digitales. En otras partes del mundo, los jóvenes aún ven dichos anuncios en esas plataformas.
La industria tecnológica está madurando y se está volviendo más similar a la banca, automóviles y atención médica, con empresas adaptando sus productos y servicios a las leyes y regulaciones locales, según Greg Taylor, un profesor de la Universidad de Oxford especializado en competencia en los mercados tecnológicos.