Han estallado nuevos enfrentamientos en Bangladesh entre la policía y los estudiantes que exigen justicia para las víctimas de los recientes disturbios.
Un funcionario en la ciudad del norte de Sylhet dijo que los manifestantes habían atacado a la policía, obligándolos a recurrir al gas lacrimógeno el miércoles. También se informaron enfrentamientos en la capital de Dhaka y otras ciudades.
Más de 200 personas han sido asesinadas en los violentos de este mes, en su mayoría como resultado de la apertura de fuego por parte de la policía. Se reporta que han detenido a casi 10,000 personas.
Fotos enviadas a la BBC Bangla muestran a la policía con equipo antidisturbios y blandiendo bastones, bloqueando manifestaciones y llevándose a los manifestantes, muchos de los cuales son mujeres.
La “Marcha por la Justicia” del miércoles fue convocada por el movimiento Estudiantes contra la Discriminación.
Dijeron que estaban protestando contra “asesinatos masivos, detenciones, ataques y desapariciones de estudiantes y personas”.
Los estudiantes han estado protestando contra los intentos de restablecer cuotas en trabajos en el servicio civil para familiares de veteranos de la guerra de independencia del país de Pakistán en 1971 durante más de tres semanas.
Se había reservado un tercio de los puestos del sector público para ellos, pero el 21 de julio el Tribunal Supremo dictaminó que solo se podía reservar el 5% de los puestos.
El movimiento estudiantil cree que el sistema es discriminatorio y ha exigido la contratación basada en el mérito.
Los organizadores han exigido disculpas de la primera ministra Sheikh Hasina y la renuncia de seis ministros por los mortales enfrentamientos en las protestas resultantes.
El gobierno culpa al principal partido opositor Bangladesh Nationalist Party y al partido Jamaat-e-Islami por los disturbios.
La Unión Europea ha pospuesto las conversaciones con Bangladesh sobre un nuevo acuerdo de cooperación después de criticar la represión del gobierno.
El martes, el jefe de política exterior de la Unión, Josep Borrell, condenó lo que calificó como el uso de fuerza excesiva contra los manifestantes y pidió que los responsables fueran llevados ante la justicia.
El acuerdo de cooperación ahora pospuesto tenía como objetivo impulsar los vínculos económicos entre Bangladesh y la UE, el principal socio comercial del país.