La adquisición ha estado en un limbo desde que fue anunciada por primera vez en diciembre de 2023. En una demanda, Nippon Steel y US Steel han pedido a la corte que anule el proceso de revisión del Comité de Inversión Extranjera en los EE. UU., que tiene el poder de evaluar las adquisiciones extranjeras de empresas estadounidenses, diciendo que “no llevó a cabo un proceso de revisión regulatoria de buena fe y centrado en la seguridad nacional”. Además, las compañías también están demandando al presidente del sindicato United Steelworkers, David McCall, y al director ejecutivo de la empresa rival Cleveland-Cliffs, Lourenco Goncalves, por “sus acciones ilegales y coordinadas dirigidas a prevenir la transacción”. El sindicato United Steelworkers dijo el viernes que no dudaba en que bloquear la adquisición era la decisión correcta para sus miembros y nuestra seguridad nacional. El sindicato acusó a Nippon de socavar la industria del acero de EE. UU. durante décadas a través de medidas como dumping de sus productos en el mercado estadounidense. Nippon Steel y US Steel dijeron que han “negociado de buena fe con todas las partes” para mostrar cómo el acuerdo “mejorará, no amenazará, la seguridad nacional de los Estados Unidos” y cómo fortalecería la industria del acero nacional de América “contra la amenaza de China”. También reiteraron que Nippon estaba dispuesto a invertir $2.7 mil millones en US Steel con sede en Pittsburgh. El presidente electo Donald Trump también dijo que bloquearía el acuerdo. El lunes, publicó en Truth Social diciendo: “¿Por qué querrían vender Estados Unidos Steel ahora cuando los aranceles lo convertirán en una empresa mucho más rentable y valiosa?” Anteriormente el lunes, el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, expresó sus preocupaciones sobre la decisión de EE. UU. de bloquear la adquisición y el impacto que podría tener en las relaciones comerciales entre los dos países del G7. Lamentablemente, es cierto que hemos escuchado las preocupaciones expresadas por las industrias japonesas sobre futuras inversiones entre Japón y los EE. UU. Debemos considerar este tema como un asunto grave”, dijo el Sr. Ishiba. Añadió que si bien era inapropiado que su gobierno comentara sobre empresas individuales: “Debemos insistir en una explicación sobre por qué existen preocupaciones de seguridad, de lo contrario no habrá avances en futuras discusiones”.